La mediación de Cospedal no frena la pugna por la sucesión en el PP cántabro

Ni la intervención de la 'todopoderosa' María Dolores de Cospedal, -que mantiene el control del Partido Popular tras el último Congreso Nacional, conserva la confianza de Mariano Rajoy y ostenta el cargo de ministra de Defensa-, ha servido para poner paz en el duro enfrentamiento desatado en los últimos días en el seno del PP de Cantabria, con una batalla por el liderazgo que ha explotado como una bomba de relojería en las filas conservadoras.

La mediación de la secretaria general en el conflicto no ha sido suficiente para calmar las tensas relaciones entre el actual presidente del PP cántabro, Ignacio Diego, y su número dos, María José Sáenz de Buruaga, que ya ha anunciado su intención de armar una candidatura alternativa para descabalgar al que fue su 'padrino' político y que la aupó incluso hasta la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria durante la pasada legislatura.

Cospedal, Diego y Buruaga, acompañados por el nuevo coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, han mantenido este viernes una reunión en la sede de la madrileña calle Génova para acercar posturas de cara al Congreso Regional, y los dirigentes nacionales han reclamado a los dos políticos cántabros “prudencia y responsabilidad” a la vista de los recientes acontecimientos.

La dirección nacional también ha exigido “la necesaria unidad e integración de todos” en este proceso de renovación, aunque esa petición parece difícil de cumplir dado el momento de convulsión que viven los populares cántabros. De hecho, con asuntos pendientes de resolver, todos ellos han quedado en volverse a ver las caras el próximo lunes, en una evidencia pública de que la negociación no ha acabado.

48 horas de tensión

La reunión de este viernes en Madrid se ha producido 48 horas después de que la secretaria general del PP de Cantabria, María José Saénz de Buruaga, anunciara su candidatura a presidir el partido, cuyo Congreso se celebrará el 25 de marzo.

Buruaga manifestó entonces que desea un “proyecto renovado”, con un “equipo renovado” y dirigido a preparar a la formación política para gobernar la comunidad autónoma tras las elecciones autonómicas y municipales de 2019.

La que de momento es la única candidata a presidir el PP cántabro -Ignacio Diego rehuye a la prensa y aún no ha hecho públicas sus intenciones- aseguró que su decisión de presentarse ha contado con el “visto bueno” de Génova y con el “aliento” y “apoyo” de militantes, que son los que, según Sáenz de Buruaga, le han pedido que dé el paso de ser candidata.

Dos bandos enfrentados

La disputa ha hecho patente la fuerte división interna que existe en el partido desde hace meses, abierta después de la dura derrota electoral de Ignacio Diego en las últimas elecciones autonómicas. Entonces, el PP de Cantabria pasó de la mayoría absoluta a la oposición, sin ninguna posibilidad de pactar con cualquier otro partido debido a las tensas relaciones que mantiene el propio Diego con el resto de opciones del arco parlamentario.

Diego y Buruaga llevan más de una década trabajando juntos hombro con hombro, lo que ha provocado que los aún fieles al presidente de los populares cántabros, como el portavoz Eduardo Van den Eynde, hayan tachado de “traición” o “puñalada por la espalda” los movimientos de la número dos.

En esta línea, el diputado autonómico aseguró que Saénz de Buruaga se ha dejado seducir “por el lado oscuro” y la calificó de “oportunista” por disputar a Diego el liderazgo siendo su mano derecha. En un post publicado en su cuenta de Facebook, Van den Eynde arremetió con dureza contra la secretaria general por presentarse como la “renovación” después de todos los años que lleva con responsabilidades en el PP.

“No tiene un pase, es un mal chiste. Quien ha compartido la dirección del partido con Diego y quien fue nombrada vicepresidenta del Gobierno, desde el mismo día en que fue investido presidente Ignacio Diego, no puede ahora presentarse como renovación”, sostuvo el portavoz popular, que también forma parte de la Ejecutiva regional.

De la Serna se pone de perfil

Mientras los máximos dirigentes del PP de Cantabria mantenían ese encuentro con la dirección nacional del partido, el protagonismo en Santander ha sido para el actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que no ha querido ahondar en la crisis y ha preferido no mojarse en público sobre el proceso de sucesión en marcha.

Preguntado por esta situación y por si su apoyo en el cónclave del próximo 25 de marzo irá para Sáenz de Buruaga, como se intuye por las palabras de la futura candidata, De la Serna ha señalado que “en estos momentos no toca pronunciarse”, aunque ha asegurado que cree que “pronto podremos hacer alguna manifestación al respecto”.

Esas han sido las únicas palabras del exalcalde sobre la situación en el PP cántabro del que forma parte -es vocal de la Junta Directiva Regional- durante su estancia este viernes en Santander, donde se ha reunido con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y posteriormente ha protagonizado un acto para presentar los detalles del proyecto del corredor ferroviario Santander-Palencia.

La aparición de una tercera vía

Por su parte, el exalcalde de Riotuerto y miembro de la Junta Directiva del PP, Ángel Cuadrado, se ha postulado como una alternativa de “unidad” y ha advertido que “la escenificación del enfrentamiento” entre el presidente y la secretaria general del PP de Cantabria “se aleja de lo que quieren los afiliados y no es el camino para la sana renovación” que necesita el partido.

Cuadrado recuerda que hace casi año y medio se convirtió en la “humilde cabeza visible” de un movimiento dentro del PP de Cantabria que advirtió que el partido estaba “perdiendo el pulso” de la iniciativa política, aun siendo el más votado de la comunidad, y que reclamaba “una evolución que debía ser, de manera lógica, una sana revolución”.

Explica que desde entonces este grupo “se ha ido enriqueciendo con afiliados y simpatizantes de todos los rincones de Cantabria, que comparten la idea de construir entre todos un partido renovado desde la discrepancia respetuosa para crecer, para aportar y no para restar; ejemplares en las formas y en los hechos; aspirantes a dirigir un partido desde la unidad y no desde el enfrentamiento”, dejando abierta la puerta a una tercera vía antes del Congreso Regional.