La portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Astillero, Leticia Martínez, ha reclamado de nuevo la dimisión del portavoz del Partido Popular, Carlos Cortina, tras conocerse que la Fiscalía le pide 10 años de inhabilitación como cargo público y una indemnización para el Ayuntamiento de casi 100.000 euros.
Para la edil de IU, el cese de Cortina como concejal “no puede atrasarse ni un minuto más”, por lo que insta al propio Cortina y a su partido político a que tomen las medidas oportunas “para que el nombre de Astillero no se vea manchado por estas acusaciones”.
Martínez ha recordado que fue gracias a la denuncia del secretario del Ayuntamiento, a la cual su propia formación se sumó como acusación popular, por lo que hoy esta causa está abierta y en la que se pide al portavoz popular diez años de inhabilitación por un presunto delito de prevaricación administrativa continuada.
“Desde Izquierda Unida creímos necesario sumarnos como acusación para que se aclarase todo este asunto que parece que pinta muy mal para Cortina”, ha apuntado la portavoz de IU, quien confía en que la normalidad democrática “sea restablecida” cuanto antes, “a poder ser, con la dimisión de Cortina y sin tener que esperar a la sentencia del juez”.
En IU “han perdido ya la cuenta de las veces” que han pedido que el edil popular se aparte de la primera línea política, “pero ni el propio afectado ni su partido político han hecho nada al respecto, ya que, a pesar de que la agrupación local votó de forma mayoritaria por apartarle, la ratificación de la dirección regional del PP, liderado por María José Sáenz de Buruaga, no acaba de llegar”.
“Sería una alegría para el pueblo que este asunto se solucionase cuanto antes pero parece que Buruaga no debe estar muy disponible, dado que también está bajo la sospecha de haber amañado el Congreso en el que fue elegida presidenta de su partido”, ha añadido.
Para la portavoz de IU y también coordinadora de la formación a nivel autonómico, “la sospecha que se cierne sobre ambos casos, estando el de Cortina más avanzado, son ejemplos de la antipolítica y que hacen que los ciudadanos se alejen todavía más de la actividad pública y la representación”.
“Nuestros vecinos, sea ámbito local o autonómico, merecen representantes comprometidos con la honradez, la transparencia y el ejercicio de la política como mera vocación de servicio público y no para beneficio propio o del entorno cercano”, ha apostillado.