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Medio Rural asegura el control poblacional del lobo se ampara “en la más absoluta legalidad”

La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha rechazado las acusaciones de Ecologistas en Acción sobre la gestión del lobo en la parte cántabra del Parque Nacional de Picos de Europa, y ha asegurado que todas las actuaciones de control poblacional sobre el lobo que se realizan en Cantabria, y en particular dentro del Parque Nacional, se amparan “en la más absoluta legalidad” y reúnen todos los requerimientos y autorizaciones que se exigen en estos casos.

En un comunicado, Medio Rural ha recordado que el cupo de control poblacional del lobo en Picos de Europa fue aprobado el 18 de diciembre de 2017 por la Comisión de Gestión del Parque Nacional, integrada por las tres comunidades autónomas que aportan terreno al Parque Nacional (Cantabria, Asturias y Castilla y León), a propuesta de los tres codirectores.

El acuerdo contempla la extracción de un máximo de dos ejemplares en la manada denominada Cabrales-Tresviso, y de otros dos en la manada denominada San Glorio.

Una medida que se adopta para “asegurar la coexistencia de los valores naturales” del Parque, y en particular de las seis manadas de lobos que hay en la actualidad, con el desarrollo socioeconómico de sus habitantes y especialmente con la ganadería extensiva, ha indicado.

Sobre estas seis manadas se realiza un seguimiento “continuo y específico” que permite conocer su evolución, su éxito reproductivo y el tamaño de las mismas en cada época del año.

En este sentido, la Consejería ha recordado que los datos del seguimiento del lobo y de los controles que se realizan son públicos y se pueden consultar en la web del Parque.

Tras la aprobación del cupo y tras constatarse episodios de “daños significativos” al ganado, se han autorizado una serie de controles poblacionales en la vertiente cántabra del Parque Nacional durante este año, tanto en la zona de Bejes-Tresviso, donde se han realizado dos en los meses de junio y agosto, como en la de Canales y Salvorón, en Camaleño, donde se ha autorizado la realización de cinco controles en los meses de marzo, abril, julio, agosto y diciembre.

Como consecuencia de estos controles se han abatido dos ejemplares, una hembra adulta el 19 de agosto en La Gobia (Tresviso) y otra hembra adulta el 24 de noviembre en Salvorón (Camaleño).

El Gobierno de Cantabria ha recordado que el control de las poblaciones de lobo es una “herramienta indispensable y necesaria”, que siempre se ha basado “en el mejor conocimiento técnico y científico disponible, sin suponer en ningún caso una amenaza para la población de lobo en el Parque Nacional, como corrobora la evolución de la población del lobo y la intensidad de los controles efectuados en el Parque”.

Así, desde 1986 se han extraído 167 ejemplares de las manadas que campean por Picos de Europa, 36 de ellos en Cantabria. Todos los años, excepto en 1990, 1994 y 1996, existen referencias de ejemplares extraídos.

Desde ese mismo año 86, que supone el inicio de la recolonización de Picos de Europa por parte de los lobos y la primera reproducción conocida en el año 1988, la población de lobos en el espacio protegido ha ido aumentando hasta las seis manadas existentes en la actualidad.

CONTROL CONFORME A LA LEY

La Consejería también ha subrayado que la propuesta del cupo de extracción anual de lobo se ha realizado “con el cumplimiento escrupuloso” de toda la normativa al respecto y está basada en el seguimiento “directo y continuo” que se realiza sobre la población de lobo en el Parque, teniendo en cuenta, además, otros factores como la evolución de los daños causados por la especie, el resultado de las actuaciones de control realizadas en años anteriores, la evolución de los grupos de lobos que ocupan territorios contiguos al Parque Nacional, etcétera.

Este acuerdo se ampara en el Plan Director de la Red de Parques Nacionales, que establece que, cuando la proliferación de una especie cause daños significativos a otras especies, comunidades o valores reconocidos, se podrán aplicar actuaciones de control que en ningún caso implicarán la erradicación cuando se trate de especies nativas o autóctonas.

También se enmarca dentro de las medidas que contemplan tanto la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, como la Ley de Cantabria de Conservación de la Naturaleza, que permiten efectuar controles poblacionales sobre las especies de fauna silvestre para, entre otras circunstancias, prevenir perjuicios importantes a los cultivos, el ganado, los montes, la pesca y la calidad de las aguas, sin que ello suponga poner en riesgo el estado de conservación favorable de estas especies.

Asimismo, Medio Rural ha precisado que las actuaciones de control no forman parte de la actividad cinegética ordinaria, prohibida por ley en el interior de los parques nacionales, y se realizan “siempre bajo la supervisión y coordinación del personal técnico de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación”, en concreto, de los técnicos auxiliares del Medio Natural, “personal especializado y con formación específica en este tipo de actuaciones, lo que garantiza que las intervenciones se realicen con la máxima eficacia y eficiencia y con el estricto cumplimiento de la legalidad vigente”.

Además, en los controles se autoriza la colaboración de un máximo de 30 vecinos de los municipios afectados y de 20 perros de rastro, prohibiéndose de manera explícita el empleo de cohetería y artefactos similares para provocar el levante de las piezas.

Por último, y con el propósito de causar las menores interferencias posibles con el uso público en un espacio donde esta actividad es tan significativa, las actuaciones de control nunca se realizan en fines de semana o días festivos.

La Consejería ha respondido así a la Confederación de Ecologistas en Acción, que ha denunciado que el 10 de diciembre se ha llevado a cabo una batida de lobos “ilegal” y “multitudinaria” en la zona cántabra del Parque Nacional de Picos de Europa.

Ante este hecho y otros similares, EA ha reclamado la suspensión de los controles de lobo en el interior del Parque Nacional, la dimisión del codirector del Parque por Cantabria, Ángel Serdio, y una gestión del lobo basada en estudios científicos “rigurosos”.