La misión imposible de alquilar en las zonas turísticas de Cantabria: el 80% de la oferta es de temporada y con precios disparados

Los pisos turísticos están devorando el mercado del alquiler residencial y, por ende, el acceso a la vivienda de la ciudadanía local. En concreto, en Cantabria, las cifras son escandalosas. Un 82% de las 920 viviendas ofertadas actualmente en régimen de alquiler en los municipios más turísticos de Cantabria están destinadas únicamente para alquiler vacacional o de temporada. Pero es que según los datos recogidos por este periódico del conocido portal inmobiliario Idealista.com, apenas un 7% de los 460 inmuebles puestos en alquiler en localidades especialmente turísticas como Castro Urdiales, Laredo, Comillas, Suances, Ribamontán al Mar, San Vicente de la Barquera o Noja son para largas estancias.

En Santander, tan solo 130 de las más de 460 viviendas ofertadas en alquiler son para residencia habitual. En la zona de Los Castros, por ejemplo, donde se ubica el campus de la Universidad de Cantabria, la mayor parte se alquilan de septiembre a junio a estudiantes, mientras que en los meses de verano se hace lo propio con los turistas aprovechando su cercanía a la playa. Únicamente una decena del centenar de pisos ofertados en esta zona son de larga estancia. Mención especial requiere el área de El Sardinero, uno de los lugares más icónicos de la ciudad, donde apenas cuatro del medio centenar de viviendas puestas en alquiler están destinadas a larga duración.

Por su parte, los municipios de Castro Urdiales y Laredo padecen situaciones especialmente delicadas respecto al mercado de la vivienda, dos localidades de la Cantabria oriental muy próximas a la frontera con Bizkaia. Así, apenas 11 de las 103 viviendas ofertadas en el municipio castreño están dirigidas a residentes, mientras que en la villa pejina únicamente cuatro de las 215 que se ofertan, panorama que afecta negativamente tanto a los residentes locales como al personal sanitario destinado al Hospital de Laredo, al que le resulta casi misión imposible acceder a una vivienda para poder trabajar allí.

En otras localidades de Cantabria caracterizadas por un aumento exponencial del turismo en época estival el panorama es muy similar. En Comillas apenas tres de los 26 inmuebles puestos en alquiler son de larga estancia, en San Vicente de la Barquera uno de 13, en Noja una decena de un total de 40, y tanto en Suances como en Ribamontán al Mar tan solo uno de 14. Por su parte, en Santoña y en Val de San Vicente se ofertan 14 y 11 pisos en alquiler, respectivamente, y ninguno son para todo el año.

Precios disparados

Mención aparte merecen los precios de las viviendas en alquiler de larga estancia. Y es que además de que la oferta es muy reducida, el acceso a las mismas de una forma asequible es casi una quimera. Tan solo un tercio de los 900 pisos ofertados tienen un precio igual o por debajo de 800 euros al mes, y de ese tercio, únicamente 70 se ofertan como alquiler residencial de todo el año. Pero es que sin contar Santander, de los 450 inmuebles ofertados en el resto de localidades turísticas, apenas un centenar está en esa horquilla de precio, y de ese centenar apenas 14 son de larga duración.

Por tanto, la probabilidad de alquilar un piso para vivir en las localidades turísticas citadas anteriormente pagando menos de 800 euros mensuales, cuantía que ya se antoja elevada en proporción al salario medio de la población, es casi nula. En Castro Urdiales, ninguno de los 15 que aparecen en el portal inmobiliario en ese rango de precio se destina a larga estancia. Únicamente cinco alojamientos ofertados para este fin están por debajo de los 1.000 euros al mes, siendo 850 el alquiler más económico.

En Laredo, por su parte, apenas tres pisos de 21 están a 800 euros o por debajo; en Noja cinco de 15; en Ribamontán al Mar uno de siete; en Comillas uno de 11; en Suances uno de seis, y en Val de San Vicente y en San Vicente de la Barquera ninguno de ocho y de siete, respectivamente.

Por su parte, en Santander, de los dos centenares de alojamientos ofertados por 800 euros al mes o menos, tan solo 60 se pueden alquilar para vivir de manera permanente. Por poner algunos ejemplos más llamativos, en la zona de Los Castros, únicamente cuatro de los 60 ofertados en ese rango de precio; en General Dávila una decena de 30; en Puertochico cuatro de 20; en El Sardinero dos de nueve; en Cuatro Caminos cuatro de 12 y en la zona del Ayuntamiento seis de 20.

Y frente a este panorama, el Gobierno de Cantabria, por un lado, está elaborando un nuevo decreto para regular los pisos turísticos que no entrará en vigor este verano y, por otro, rechaza aplicar la Ley de Vivienda para los alquileres de larga estancia, con la declaración de zonas tensionadas donde los precios sean especialmente elevados, porque, en palabras del consejero de Fomento y responsable de este ámbito, Roberto Media, regular la vivienda “es de comunistas” y se hace “en Cuba”, y el verdadero problema en esta materia es “la okupación”.