El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira ha inaugurado hoy una exposición temporal sobre el arte rupestre del archipiélago de Palaos, en el Océano Pacífico Occidental.
La muestra, 'Arte rupestre de Palaos: imágenes ancestrales, archipiélago fértil', forma parte de la serie de exposiciones que el museo organiza, por quinto año consecutivo, sobre el arte rupestre de diferentes partes del mundo.
Palaos está formado por un conjunto de 480 islas volcánicas y coralinas que se extienden por una superficie de 466 kilómetros cuadrados. Algunas de las islas cuentan con 3.400 años de historia de presencia humana y atesoran ricas tradiciones orales. Actualmente, 18.000 personas habitan el archipiélago.
En la isla más grande de Palaos, Babeldoab, hay localizados dos conjuntos de grabados rupestres. Sin embargo, es el archipiélago deshabitado de Chelebacheb, conocido como Islas Rocosas, donde se localizan 10 sitios con, al menos, 150 pinturas.
Seis de los sitios se encuentran dentro de la Laguna Meridional de las Islas Rocosas, declarada Patrimonio Mundial en la categoría de bien mixto (natural y cultural) por la UNESCO en 2012.
Entre 10 y 15 metros sobre el nivel del mar, en lugares fácilmente visibles desde la costa, se ubican los sitios con pinturas, normalmente de color rojo brillante y, a veces, amarillo.
Se trata de motivos individuales (con la excepción del panel de Olechukl Ears Ulong), sobre todo, geométricos, manos y algunas pinturas naturalistas que representan embarcaciones, formas humanas, pájaros, peces, posibles cocodrilos y huellas de animales.
Aunque Palaos es rico en leyendas o mitos, solo en algunos casos se encuentran relatos relacionados con el arte rupestre.
Para los grabados rupestres de Olbakeldrau, en la isla de Babeldaob, existe una leyenda trasmitida hasta la actualidad que los relaciona con el lugar de enterramiento de la legendaria Surech, decapitada por su amante. En cambio, es el semidios Orachl quien dibujaría con una pluma de hoja de coco las pinturas de la Isla de Ulong.
El significado es un misterio, ya que no existen correlaciones arqueológicas y hay pocas similitudes con los diseños tradicionales de Palaos.
Actualmente, se cree que Palaos fue colonizada por pueblos de habla austronesia procedentes de las islas del sudeste asiático hace unos 3.400 años. Por lo que, debido a los paralelismos con esa tradición de pintura, las imágenes se remontarían a esos primeros momentos de asentamiento. En cambio, la existencia de tradiciones orales sobre los grabados, indica que podrían ser más tardíos.
En general, los sitios de las pinturas fueron elegidos para ser vistos por las canoas que pasaban o por los dioses y espíritus del aire y el mar. Su acceso es difícil, pero se encuentran en localizaciones de gran belleza.
Entre todos los lugares con pinturas rupestres, destaca el mural de Olechukl Ears Ulong. La elección del lugar, el cuidado artístico y la composición del mural lo convierten en uno de los principales ejemplos de arte rupestre de todo el Pacífico.
La exposición ha sido financiada por el Ministerio de Cultura y cuenta con la colaboración de la red internacional Rock Art Network, creada a iniciativa del Getty Conservation Institute y la Bradshaw Foundation.
Se trata del quinto año consecutivo en el que el Museo de Altamira, miembro de la red desde su creación, muestra sitios con arte rupestre desconocidos para el público.
En años anteriores, se presentó el arte rupestre de Ukhahlamba-Drakensberg, África; de la Quebrada de Humahuaca, Argentina; del Bajo Pecos, entre México y Estado Unidos; y de la India.
Los contenidos de esta exposición, realizada de manera colaborativa, han sido posibles gracias a la ayuda e información proporcionada por los informantes de la comunidad Dirrengulbai Sariang Timulch; de la Sociedad de Historiadores de Palaos y Kautechang Vince Blaiyok, miembro del Consejo Asesor Histórico y Cultural de Palaos; Pat Colin, Alex Ferrier-Loh, Rachel Hoerman, Jolie Liston, Sylvia Kloulubak, Ron Leidich, Jess Merrill, Pia Morei, Macstyl O. Sasao, Kiblas Soaladaob, Mark Willis y el equipo humano de Paddling Palau.
Además, el proyecto ha contado con la colaboración del Ministry of Human Resources, Culture, Tourism and Development de la República de Palaos, así como el Belau National Museum.