Faltan exactamente cuatro semanas para que los más de 90.000 estudiantes de Cantabria hagan el primer 'parón' del curso y las familias desconocen por completo cuáles son los programas de conciliación que la Consejería de Educación pondrá en marcha, tal y como se comprometió el Gobierno cántabro cuando aprobó el nuevo calendario escolar.
“No sabemos absolutamente nada”, afirma en declaraciones a eldiario.es la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), Leticia Cardenal. La incertidumbre reina entre las familias, que critican a la Consejería por no haber informado aun ni de los colegios que permanecerán abiertos entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre, ni de las actividades que se llevarán a cabo ni de las condiciones de acceso.
“¿Qué hago yo con mi hijo toda una semana? Cuando es un día suelto puedo arreglarme con los abuelos pero una semana entera es demasiado y una guardería sale por un ojo de la cara”, se queja Luisa Pedraja, que no sabe qué hará con sus dos hijos esos días cuando ella esté trabajando.
El nuevo calendario escolar de Cantabria, pionero en España y acorde al modelo del resto de países europeos, ha sido bien acogido por la mayoría de la comunidad educativa, que cree que será beneficioso para el rendimiento de los estudiantes, pero también despertó algunos recelos entre las familias por la dificultad añadida de conciliar la vida laboral y familiar, especialmente en la primera semana de noviembre ya que el resto de periodos vacacionales continúan igual -Navidad, carnavales y Semana Santa-. Finalmente, FAPA aceptó la filosofía del calendario con la condición de que la Consejería organizara actividades extraescolares y abriera el comedor de algunos centros en los periodos no lectivos.
De hecho, Educación ya aplicó estas medidas durante el curso pasado. En Semana Santa, por ejemplo, ocho colegios de la comunidad autónoma (cinco en Santander, dos en Torrelavega y uno en Astillero) abrieron sus puertas dando servicio a cerca de medio millar de jóvenes.
El departamento que dirige Ramón Ruiz se comprometió a trabajar con la FAPA en el diseño de una programación cultural y deportiva para el nuevo curso, incluyendo actividades en los equipamientos del Gobierno como los museos, las cuevas, la Filmoteca, la Biblioteca o el Palacio de Festivales. Incluso, se anunció que se estudiaría la posibilidad de abrir los albergues públicos y celebrar campamentos.
Sin embargo, a día de hoy la FAPA desconoce cuáles son los planes de la Consejería, a la que urge a informar a las familias. Según recuerdan, el nuevo calendario fue aprobado a principios de junio y, por tanto, creen que ha habido tiempo suficiente para armar una propuesta y presentarla a la comunidad educativa. Este diario ha intentado ponerse en contacto con la Consejería para preguntar por estos programas de conciliación pero no ha habido respuesta.
La próxima semana representantes de FAPA tienen previsto dar una rueda de prensa para valorar el inicio del curso escolar, así como el cumplimiento de los acuerdos que alcanzaron con la Consejería, con la que se mostrarán “muy críticos”.