Las obras para la peatonalización de la calle Cervantes ya tienen fecha de inicio. O mejor dicho nueva fecha de inicio, porque la previsión inicial del equipo de Gobierno (PP) era que los trabajos comenzaran hace más de medio año y, sin embargo, no lo harán hasta el próximo mes de septiembre. El Ayuntamiento ha dado a conocer este martes los plazos para llevar a cabo esta controvertida remodelación, que supondrá el cierre de uno de los principales ejes de comunicación por carretera entre el norte y sur de la ciudad.
No obstante, por primera vez el equipo de Gobierno que encabeza Gema Igual reconoce que los datos y proyecciones de redistribución del tráfico que ha elaborado en colaboración con el grupo de ingeniería de sistema de transportes de la Universidad de Cantabria (UC) pueden ser erróneos y abre la posibilidad de mantener abierta la vía para el tránsito de todo tipo vehículos. Ello dependerá de cómo evolucione la circulación durante los casi cuatro meses que la calle permanecerá cortada hasta que a principios de diciembre finalicen las obras, según ha indicado en un comunicado el concejal de Obras, César Díaz.
Así, en función de esa experiencia y conclusiones obtenidas durante el periodo de obras, se podrá determinar si, una vez terminados los trabajos, se puede plantear abrir a todo tipo de tráficos el vial, que en su nueva configuración contará con un solo carril de circulación, al tratarse de la única alternativa para ensanchar las aceras y cumplir con los criterios de accesibilidad. El proyecto inicial establece que el tráfico quedará restringido para acceder a los garajes, taxis y servicios de emergencia.
Al concurso público se presentaron 13 ofertas y, finalmente, la obra ha sido adjudicada a la empresa SIEC por 1,2 millones de euros, lo que supone una baja del 41% sobre el presupuesto de licitación -2,2 millones-. Antes de centrarse en la calle Cervantes, las máquinas empezarán en mayo a picar piedra en la calle adyacente Miguel Artigas, donde se renovará el pavimento y el mobiliario urbano para homogeneizarlo al de la ya renovada calle Rubio.
Además, estos trabajos conllevarán una reestructuración del tráfico en las zonas aledañas. Se habilitará la circulación por la calle Florida, de tal manera que los vehículos procedentes de Cisneros puedan bajar por este vial hacia la calle Rubio y, desde aquí, tomar Isabel La Católica para incorporarse a la calle San Luis o realizar el giro sobre el falso túnel de la calle Burgos para dirigirse hacia Pasaje de Peña. Para regular estas circulaciones se instalarán cuatro nuevos semáforos y se modificará la ubicación de uno existente.
Nueva protesta Metro-TUS
En mayo del año pasado el equipo de Gobierno aprobó el proyecto técnico de peatonalización y, según anunciaron entonces Gema Igual y César Díaz, las obras comenzarían al concluir el verano. Sin embargo, las dudas que ha generado el cierre de esta céntrica calle, que conecta con el túnel de Pasaje de Peña como salida de la ciudad, ha hecho que su ejecución se vaya retrasando sucesivamente.
El grupo de ingeniería de sistema de transportes de la Universidad de Cantabria (UC) que ha diseñado la redistribución del tráfico es el mismo que diseñó el también polémico Metro-TUS, que después de una inversión de 7 millones de euros ha tenido que ser 'desmontado' en horas puntas, una adaptación que tampoco termina por convecer a los vecinos, especialmente, los de la perficia, que son los más afectados.
De hecho, este sábado 28 de abril, a las 12.00 horas, han convocado en la Plaza del Ayuntamiento una nueva concentración de protesta para exigir al equipo de Gobierno la vuelta al sistema de transporte urbano anterior y para dejar claro que “no nos veamos a rendir”.