“Desde cualquier perspectiva, en este principio de milenio, carecen de excusa actividades humanas con fondos y formas del Medievo”, sostiene la Plataforma 'No a la Caza', convocante de esta manifestación en Santander y de las que este domingo se han celebrado en casi 40 ciudades españolas y algunas europeas.
A su juicio, en España existe un “lobby cinegético” que “impone su negocio”. “Frente a quienes con falsedad, esconden su interés económico y lo visten de tradición, deporte, cultura y hasta de defensa del medio ambiente, nosotros preferimos llamar a las cosas por su nombre: la caza es negocio, muerte, sangre, tortura, machismo, deterioro de la naturaleza, atentado contra la vida salvaje, símbolo del abandono del medio rural, el peor de los clasismos...”, sostiene este colectivo.
Además de protestar contra la actividad cinegética en sí, han denunciado el “maltrato, el abandono y la matanza” de perros de caza en toda España y han exigido la aprobación de una Ley de Protección Animal que vele por estos canes.
La protesta en la capital cántabra ha comenzado a mediodía en la Plaza Porticada, donde se han reunido los manifestantes, muchas de ellos acompañados por sus perros y también ataviados con pancartas e incluso caretas de perros.
Allí, la portavoz de la Plataforma No a la Caza ha explicado los motivos de la concentración y ha leído un poema.
A continuación, los manifestantes, entre los que habían distintos colectivos de defensa de los animales y contra la caza, han marchado por la calle Calvo Sotelo hasta el Ayuntamiento, y lo han hecho gritando consignas como 'No es deporte, es asesinato', 'No a la caza, con galgos y otras razas' 'No es el siglo I, es el XXI'.
Una vez en la Plaza del Ayuntamiento, la portavoz de la Plataforma ha leído un comunicado, donde se ha vuelto a solicitar un año más --y ya van nueve-- el fin de la caza, una actividad que, según ha defendido, “tiene por meta el maltrato de los seres vivos”.
Así, ha denunciado “los millones” de animales que cada año perecen víctimas de la “barbarie” de la caza.
Y ha explicado que, como cada año, la manifestación se hace coincidir con el fin de la temporada de caza con galgo, que, a su juicio, es la “más cruel de todas las modalidades cinegéticas”, pues “une la muerte de los animales transformados en presas con el tormento perpetuo de los que se usan como meros utensilios”, como son, en su opinión, los perros de caza.
“Los primeros son convertidos en trofeos, los segundos, heridos, abandonados, humillados y eliminados en el peor de los supuestos”, ha señalado.