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La pobreza extrema afecta al 4,5% de los hogares cántabros mientras el ingreso mínimo vital apenas llega al 2,2%

Por primera vez desde que se implantó el ingreso mínimo vital (IMV) en 2020, el Gobierno de España ha dado a conocer las cifras de los beneficiarios actuales de esta ayuda, ya que hasta la fecha sólo ofrecía el dato acumulado a lo largo del tiempo. No obstante, elDiario.es, a través del Portal de Transparencia, logró obtener las cifras de julio de 2022, con lo que es posible compararlas con las de febrero de 2024 publicadas esta semana.

El número de hogares que perciben esta prestación ha aumentado de 4,209 (1,7%) en julio de 2022 a 5,399 (2,2%) en febrero de 2024. Así pues, son actualmente 5,399 hogares con una cuantía media de 559 euros, por encima de la media nacional que es de 500. Además, en 3.313 de ellos reciben el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI). En total son 14.457 beneficiarios del IMV en esta región, de los cuales 8.806 son personas adultas y 5.651 son menores, mientras que 7.926 son mujeres y 6.530 son hombres.

No obstante, esta ayuda queda lejos de cubrir los casos de pobreza extrema en Cantabria, puesto que, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, suponen el 4,5% de los hogares. Por tanto, la ayuda estatal solo atiende a la mitad de las situaciones de pobreza severa -familias que ingresan menos de 500 euros al mes por unidad de consumo-, una proporción en línea con el resto de comunidades, tal y como se puede observar en los gráficos elaborados por el equipo de datos de elDiario.es.

Según reflejan los datos incorporados al mapa de España, de entre las provincias limítrofes con Cantabria, la comunidad uniprovincial de Asturias es la que cuenta con mayor porcentaje de hogares beneficiarios del IMV (3,2%). Le siguen Bizkaia y León con un 2,7%; después Palencia con un 2,6% y, finalmente, Burgos con un 1,6%.

En cuanto al porcentaje de hogares que reciben el IMV respecto a los que se encuentran en una situación de pobreza severa en las comunidades colindantes con Cantabria destaca la situación de Euskadi, donde se alcanzan a cubrir los casos de extrema necesidad con un 2,7% de receptores de la ayuda. La cara opuesta de la moneda la protagoniza Castilla y León, donde tan solo recibe la prestación estatal un 2,3% de los hogares frente al 6% que la necesita. En Asturias, por su parte, los beneficiarios son el 3,2% frente a un 5,3% de potenciales receptores.

Desde que se implantó esta ayuda en 2020, Cantabria ha reducido su gasto en rentas mínimas en más de un 44%, según un reciente informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Se trata de una cifra muy por encima de la media nacional (12,8%) que sitúa a esta región como la séptima con mayor reducción en este tipo de prestaciones autonómicas. “Muchas comunidades han destinado su ahorro en el presupuesto de sus RMI a otras cuestiones fuera de los servicios sociales”, denunció este colectivo.