El PRC se mantiene en pausa a la espera de la decisión de Revilla sobre su futuro
El Partido Regionalista de Cantabria (PRC) celebra este miércoles una nueva reunión de su Ejecutiva, tras un inicio de legislatura en el que la formación política ha ejercido como socio preferente del Partido Popular desde la oposición y ha permanecido prácticamente en pausa a la espera de que su secretario general, Miguel Ángel Revilla, tome una decisión definitiva sobre su futuro y ponga en marcha el proceso de renovación de un liderazgo que se prolonga desde hace más de cuatro décadas y que salió muy tocado del batacazo electoral del pasado 28M.
A pesar de ese varapalo en las urnas, con una sangría de votos que provocó la pérdida del poder en el Gobierno de Cantabria a manos de María José Sáenz de Buruaga (PP), el líder regionalista frenó cualquier conato de rebelión interna y ha pisado el freno sobre una sucesión que lleva posponiendo desde que en 2007 anunciara por primera vez que esas iban a ser sus últimas elecciones como candidato del PRC. Tampoco parece que vaya a ser ahora cuando Revilla afronte ese relevo de manera inminente, ya que sigue defendiendo su papel al frente del partido y aleja la idea de celebrar un Congreso Extraordinario que elija a la persona que lo sustituya.
“Mi relevo se va a hacer, pero con tranquilidad. Sin demorarlo eternamente, pero sin ninguna prisa, porque no la hay. Esta es mi última legislatura y tengo que dejar un partido fuerte, bien organizado y donde no haya guerras fratricidas”, defendió en una reciente entrevista en elDiario.es el fundador y secretario general del Partido Regionalista de Cantabria, a pesar de las voces internas que piensan ya en una “renovación rápida” y muestran en privado sus nervios por la “inacción” que se traslada a la sociedad.
De momento, el paso previo será la convocatoria de una asamblea de dirigentes y cargos electos para “repensar” la línea política del PRC a lo largo de los próximos meses. Este encuentro está previsto en los estatutos del partido, donde se define como el órgano de “asesoramiento y consulta” del Comité Ejecutivo Regional y del propio secretario general y cuya convocatoria debe celebrarse al menos una vez al año. Sin embargo, el momento de indefinición política que vive el PRC tras la pérdida del poder y el anunciado paso atrás de Revilla, que acaba de cumplir 81 años, ha generado una gran expectación en un partido que no está acostumbrado a este tipo de procesos internos.
Críticas internas
La previsión en el entorno del líder del PRC, que guarda silencio públicamente y mantiene siempre un hermetismo muy férreo alrededor de sus decisiones, es que se ponga a trabajar a la militancia y a las asambleas locales en diferentes ponencias sobre asuntos fundamentales en la estrategia electoral del PRC, para rearmar a una formación cuyo retroceso en las urnas sorprendió a casi todos. El propio Revilla se despidió en la última comida de Navidad del partido hasta el año que viene, dando por hecho que continuaría como secretario general al menos hasta 2025 y confirmando que agotaría la legislatura en la oposición como diputado autonómico.
Ocurra lo que ocurra en los próximos meses, lo que comparte la práctica totalidad de la militancia del PRC es que Miguel Ángel Revilla se ha ganado el derecho a elegir cuándo y cómo se producirá su sucesión. Incluso las voces más críticas con su gestión de esta última etapa de su dilatada carrera política reconocen que su trayectoria merece un final a la altura de lo conseguido en estas más de cuatro décadas, y parece existir una conjura para que esos mensajes negativos no trasciendan a la opinión pública.
En el partido han comenzado a deslizar incluso la posibilidad de una bicefalia, al estilo del PNV, en el que la figura del secretario general y la del candidato autonómico se desliguen, o la inclusión en los estatutos de la figura del presidente de honor, aunque los aspirantes a la sucesión son conscientes de lo complicado que puede ser marcar perfil político a la sombra de alguien tan mediático como Miguel Ángel Revilla, que ha sido presidente de Cantabria durante cuatro legislaturas, vicepresidente en otras dos, y que ha sido el cartel electoral del PRC en once convocatorias electorales de manera consecutiva.
Endurecer el mensaje
Lo que puede ir cambiando poco a poco es el papel de oposición que está ejerciendo el PRC en el Parlamento de Cantabria. Desde las filas regionalistas se defiende una estrategia que pasó por permitir la investidura de la candidata del Partido Popular con una abstención prácticamente gratis para alejar la posibilidad de un pacto PP-Vox que les dejaría fuera de juego. Con la extrema derecha fuera del Ejecutivo, los diputados regionalistas han podido hacer valer sus votos ante la minoría parlamentaria con la que gobierna María José Sáenz de Buruaga e influir en los presupuestos de 2024, que salieron adelante también con su apoyo.
Esta línea de colaboración y mano tendida al Ejecutivo autonómico ha comenzado a cambiar en los dos últimos plenos, una vez abierto el periodo de sesiones tras el parón navideño. En el PRC consideran que Buruaga y sus consejeros han tenido más de seis meses de 'gracia' parlamentaria y el tono de sus iniciativas, así como las críticas públicas de los dirigentes regionalistas, ha subido de nivel tras una etapa en el que ambas formaciones parecían condenadas a entenderse, con continuos rumores de ofertas para integrar un Gobierno de coalición.
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