Dorian es uno de los grupos indies por excelencia del panorama musical español y es que, pese a haber logrado llenar estadios o alcanzar un millón de visualizaciones en su nuevo videoclip en apenas una semana, mantienen los pies en el suelo. Con una humildad casi pasmosa, el cantante y compositor de esta banda catalana, Marc Gili, habla con elDiario.es sobre su independencia respecto a la industria musical, sobre la importancia que tiene hablar de política en la cultura o sobre si ya han logrado alcanzar el momento álgido de madurez musical. De esta forma, y conservando una integridad que ya se intuye a través de sus canciones, los integrantes de Dorian no intentan ocultar lo que les sigue emocionando dar conciertos en directo como el que tendrá lugar en Santander este sábado 18 de diciembre dentro del ciclo Magdalena Winter.
Llevan sobre un escenario desde 2004. ¿Cómo ha cambiado el mercado musical desde entonces?
Somos una generación de bandas que entramos a publicar música en pleno hundimiento de lo que era el modelo antiguo de la industria discográfica, de lo que era el hundimiento del formato físico, y hemos pillado la industria en crisis desde que empezamos. Nunca hemos visto vacas gordas. Nos lo hemos tenido que currar nosotros desde el principio, igual que otras bandas como Vetusta Morla o Love of Lesbian y otros grupos de fuera de España. Entonces, diría que los cambios que ha habido en la industria en los últimos 20 años son de forma pero no de fondo. Hace unos años el formato físico era muy importante y el streaming ni existía, y las radios mandaban muchísimo. Y hoy en día el formato físico es poco importante, aunque tenemos un repunte del vinilo, pero no es el que manda, sino que manda el streaming, y las nuevas radios son las plataformas digitales, que son las que más mandan y las que más deciden. Pero si te fijas, estoy cambiando los agentes pero el fondo de la cuestión es el mismo: hay unas grandes corporaciones que mandan y exigen a los artistas. Aquí, tanto entonces como ahora, tu decisión como artista es adaptarte a lo que se te exige o ir más a tu bola. En el caso de Dorian en particular, nosotros no somos muy amigos de claudicar ante las exigencias de la industria discográfica del mercado, que exige que saques música nueva todos los meses, pero es imposible hacer buena música todos los meses. Así que nosotros optamos por sacar menos música, pero que sea mejor y tenga mayor impacto, y en ese sentido estamos muy felices con la recepción de este primer single de nuestro próximo álbum porque 'Dos vidas' es una canción muy meditada que hicimos con el corazón y que la hemos lanzado a sabiendas de que iba a ser un single que iba a gustar mucho. Pero eso ocurre porque la hemos pensado, porque hemos descartado otras canciones hasta que apareció esta. No hay cambios en el fondo pero si en la forma en la industria discográfica, y en lo que más ha cambiado la cosa es en que se presiona mucho a los músicos para que hagan canciones como si fueran hamburguesas de una cadena de comida rápida. Entonces, tú como artista tienes que escoger si quieres hacer hamburguesas o fundar un restaurante.
En Dorian son indies pero indies de verdad porque siguen manteniendo la independencia de discográficas y de grandes multinacionales. ¿Nunca se han planteado dejar esa independencia, quizá para llegar a más público?
Podría ser que pasara en un futuro, pero en estos momentos Dorian es una banda totalmente autogestionada. Somos totalmente independientes, pero al mismo tiempo tenemos una estructura internacional. Nosotros trabajamos con discográficas independientes en más de ocho países, de tal manera que tenemos ya una estructura multinacional siendo totalmente independientes, y de momento este modelo nos funciona, nos sentimos cómodos en él porque nos permite tener el 100% del control de nuestra música, de nuestros vídeos, de nuestras giras y de nuestros lanzamientos. Si en un futuro una gran compañía nos propusiera la misma libertad y además llegar a más lugares todavía, podríamos considerarlo, pero nunca renunciando a esa libertad.
Se han animado también a hacer un documental sobre la gira de 'Justicia universal' y la verdad es que pone la piel de gallina esa normalidad total. ¿Están satisfechos con el resultado?
Estamos muy contentos con el resultado. Lo hicimos en el momento justo. El grupo en los últimos años ha crecido mucho, hemos hecho un camino fuera de España, y nos pareció un buen momento para reflejar ese buen momento de la banda y decir: aquí estamos nosotros, esto es lo que hacemos y lo hacemos así. Y por otro lado, nos hacía gracia pensar que a lo mejor otros grupos más jóvenes podrían animarse también a salir de España y probar haciendo las cosas a su manera, como hemos hecho nosotros. Así que también nos parecía un documento que podía inspirar a otros artistas y a otras bandas.
¿Creen que es necesario ver los conciertos también desde la perspectiva del artista?
Claro que sí. Un concierto no es más que el resultado de un montón horas previas de trabajo, y es bonito que la gente lo vea también. Muchas veces tienes que desplazarte después de haber dormido tres o cuatro horas para llegar a tiempo a una prueba de sonido que tiene lugar por la mañana en otro festival, en otra ciudad… Por lo tanto, terminas de tocar y ya te tienes que ir a otro lugar. Esto es muy bonito, pero es tremendamente agotador. Y es guay que la gente vea eso, las entrevistas que hacemos de promo aquí y allá. Es bonito ver el behind the scenes de lo que es el mero concierto. Y también creo que es un documental donde las imágenes en directo están muy bien montadas, de tal manera que tú como espectador viéndolo desde casa te puedes sentir un poco como estamos nosotros desde el escenario. Y esa experiencia también nos gustaba, la idea de trasladarlo al público, y más hoy en día que la gente tiene buen sonido en sus teles y nos parecía una razón de más.
Salir fuera de España te hace darte cuenta de lo pequeño que eres, y esto es muy higiénico para la mente
Tienen mucho interés por entrar en el mercado musical americano porque parece que hace unos años era un objetivo más claro para los artistas españoles, pero últimamente prefieren centrarse en lo nacional...
Para empezar a hacer carrera en el extranjero necesitas mucha fe en ti mismo y viajar mucho, una y otra vez a cada país. Y entiendo que es algo que no todo el mundo está dispuesto a hacer, pero nosotros siempre hemos sido muy amantes de la carretera, de descubrir nuevas ciudades, nuevos países, nuevas gentes, nuevas culturas… Y somos muy abiertos en este aspecto. No concebimos estar en la música sin estar girando permanentemente. El mundo es muy grande y cuando empiezas a descubrirlo, a encontrar nuevas fanbase aquí y allá te sientes muy halagado. Y por otra parte, el hecho de empezar de cero en otros países te proporciona mucha humildad porque lo que te puede pasar si te quedas en tu propio país y te va bien es que te acabes aburguesando, en el sentido de apoltronando, pensándote que eres el mejor o que ya lo tienes todo hecho. Lo que consigues cuando sales fuera y empiezas desde cero en tantos lugares diferentes es darte cuenta de lo pequeño que eres, de que eres un eslabón más en una cadena donde hay mogollón de artistas con mucho talento en el mundo y darte cuenta de que de alguna manera tienes que volver a empezar. Y esto es muy higiénico para la mente y te proporciona muchas ganas de seguir haciendo buenas canciones. En cambio, el apoltronamiento le vuelve a uno conservador y perezoso, y ahí es cuando las bandas empiezan a hacer discos más mediocres, en mi opinión.
Han sacado el videoclip de 'Dos vidas' hace pocos días y ya superan el millón de visualizaciones… ¿Uno se acostumbra a ese éxito o siempre hay cierto miedo?
No tienes que acostumbrarte porque no pasa siempre. 'Dos vidas' es una canción que está gustando mucho, y sabíamos que iba a gustar, pero se está confirmando. Otras veces sacas canciones que te gustan también mucho y que no gustan tanto. Entonces, cuando sucede, como con esta canción que todo apunta a que se va a convertir en un clásico del repertorio de la banda en los próximos años, es un gran alivio y al mismo tiempo una gran alegría. Así que estamos todos felicitándonos, y esto nos da alas para seguir haciendo música y para seguir preparando el lanzamiento de 'Ritual' con muchísima ilusión. Así que no. Ni te acostumbras ni te tienes que acostumbrar. Sale muchísima música al mercado todas las semanas, y que haya tanta gente escuchándonos es un privilegio porque podrían estar escuchando mil cosas más. Luego está la competencia de los videojuegos, del cine, del fútbol, de la noche… Son mil estímulos los que la sociedad de consumo pone a mano de las personas. Que te escuchen a ti cuando sacas una canción es un verdadero privilegio. Así que no solo no te tienes que acostumbrar sino dar las gracias una y otra vez.
No está mal que los artistas digamos lo que pensamos siempre que no caigamos en lo panfletario
Y 'Dos vidas' es una canción centrada en el amor… ¿El disco nuevo va a ir por ahí?
En 'Ritual' se va a hablar de amor, del paso del tiempo, va a haber momentos para temas políticos y sociales. Ha habido una pandemia de por medio y tenemos un cambio climático a la vuelta de la esquina y tenemos una serie de asuntos pendientes que la música popular debe reflejar. Y en 'Ritual' también tendremos a esos Dorian más incisivos que hablan de la fragilidad del ser humano, de los puntos débiles que tenemos, de nuestras inseguridades, nuestros desasosiegos… Y también va a haber de eso. Va a haber de todo, desde amor explosivo como en 'Dos vidas' hasta unos Dorian más nostálgicos y melancólicos, y unos Dorian también más combativos, con más ganas de hablar de cosas de la política y la sociedad actual.
Precisamente, en 'Justicia universal' hacen varias críticas al sistema. ¿Es necesario que la cultura se implique también en asuntos políticos?
Es necesario que la cultura se implique. La cultura no puede vivir al margen de la realidad. Dicho esto, a lo mejor hay artistas que no tienen interés en lo que pasa en el mundo, como ocurre en la sociedad. O no lo quieren expresar públicamente y están en su derecho. Ahora bien, tenemos una ventana con gente al otro lado que nos escucha, y no está mal decir lo que piensas siempre que no caigas en lo panfletario. Así que creo que se pueden decir las cosas de muchas maneras, pero hay que decirlas. No hay que tener miedo. Puedes decir lo que piensas sin que nadie te censure ni te corte la cabeza… Por fortuna, no estamos en una dictadura y creo que mientras no se falte el respeto a nadie se puede decir lo que se quiera y lo que se piense. Siempre desde las ganas de expresar ideas con educación. Lo demás es falta de interés.
Estamos en el punto de que gran parte de la clase política está jugando permanentemente a salir esos diez segunditos en el telediario cada día con el titular puesto
Además, se han posicionado en cierta forma y han llegado a comentar que les gustan políticas como Carmena y Colau. ¿Se sienten cómodos hablando de política?
No tenemos ningún problema en hablar de política y hablamos de ello con gente de prácticamente todos los signos políticos. Tenemos fans que son del PP, fans que son de Esquerra Republicana, fans que votan a Ada Colau y fans que votan a Ciudadanos, y nos encanta hablar con ellos y exponer ideas. En Barcelona, por ejemplo, Ada Colau ha tenido momentos desafortunados, y eso es indudable. No soy fan de ningún político y no lo voy a defender como fan, pero es cierto que también ha hecho una enorme apuesta por la peatonalización de la ciudad y por tener menos coches y más bicicletas a los kilómetros cuadrados que tiene la ciudad. Y eso ha humanizado mucho el entorno urbano de nuestra ciudad en los últimos años, y además es un ejemplo que posteriormente se ha ido adaptando a otras ciudades de España como Valencia. Creo que es bonito defender ese modelo de ciudad más humana y menos alienante, que es la que se está defendiendo con Colau y la que se defendía con Carmena. Ahora bien, las gestiones de ambas no son perfectas, igual que las de cualquier político. Dicho esto, desde todas las tribunas hay ciertas ideas que son buenas y que hay que escuchar. Y echo de menos como amante de la política y al que le gusta leer política e historia de la política, a esa clase política que había antes en este país, que pese a tener grandes diferencias era capaz de sentarse a hablar de cualquier cosa. Y sí que se echa de menos. Estoy harto del ruido mediático y, de hecho, ando un poco desconectado porque no veo que en los actuales interlocutores políticos haya realmente el nivel que me gustaría que hubiera. Estamos en el punto de que gran parte de la clase política está jugando permanentemente a salir esos diez segunditos en el telediario cada día con el titular puesto. Y la política no es un titular de diez segundos, es una cosa muy compleja y hay que sentarse a hacer política y dejar ya de buscar titulares.
¿Dirían que en su estilo musical predomina el progresismo?
A nosotros nos encantaría que se apostara por un modelo de sociedad menos turbocapitalista y un poquito más humano. Restar un poquito esta urgencia que tenemos, que nos están colando todo el rato, de producir, consumir, producir… Habría que frenarlo un poco y racionalizar más las cosas. Tener más tiempo para vivir también... Eso sería bueno. Así que si eso es progresar me gustaría pensar que sí.
¿Y cuándo alcanza un grupo su momento álgido de madurez musical?
Cuando expresa con sus letras y con su música exactamente lo que quiere decir. Ahí es cuando se alcanza el oficio. Y al mismo tiempo, cuando habiendo alcanzado ese oficio, el germen y la espontaneidad creativa que siguen estando igual de vivas. Se alcanza ese punto cuando tienes el oficio como un arte sano de hacer canciones, pero al mismo tiempo sigues conservando la chispa y la espontaneidad que tenías cuando empezaste. En nuestro caso, estamos en esa línea desde hace como mínimo un par de discos, desde nuestro disco acústico 'Diez años y un día', y desde el anterior 'Justicia universal', y con respecto al próximo, a 'Ritual', el público y la prensa ya diréis.