El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), cree que las declaraciones del consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, en las que ayer afirmó que las residencias “no han estado a la altura” en la crisis del COVID-19 --palabras por las que el sector ha pedido su cese-- “no son afortunadas” y “espera que pida disculpas”.
Él, por su parte, y a diferencia de lo expresado por el consejero de Sanidad, ha asegurado no tener “ninguna queja” de las residencias ni de su personal y ha opinado que, en general y salvo que pueda haber “alguna excepción”, allí se realiza “una extraordinaria labor”.
Así se ha pronunciado este martes Revilla al ser cuestionado, durante una visita a una ITV, por las afirmaciones realizadas por el consejero de Sanidad (elegido para el cargo por la parte socialista del Gobierno) durante su comparecencia del lunes ante la comisión del COVID-19 en el Parlamento de Cantabria, unas palabras que para el presidente han sido “inoportunas” y las ha achacado a la “tensión” del debate parlamentario.
“Un mal día lo tiene cualquiera”, ha afirmado el presidente regional, que, además, ha recordado que Rodríguez es un “profesional” de la sanidad pero no un político que como otros (incluido él mismo) llevan años “en la batalla”.
Aunque no comparte las declaraciones, Revilla ha defendido la “gran labor” desarrollada, a su juicio, por el consejero de Sanidad en esta crisis del COVID-19.
Así lo ha hecho después de que la patronal de la dependencia haya pedido el cese del titular de Sanidad por sus “inadmisibles” declaraciones.
Revilla, que ha recordado que a él le han pedido la dimisión “cien veces”, cree que hay que valorar la gestión que se ha hecho de la sanidad en Cantabria durante esta crisis en comparación con el conjunto.
“Hay datos extraordinarios. Yo estoy orgulloso de cómo se ha comportado la sanidad en Cantabria, y el consejero ha estado al frente. Los profesionales de la sanidad, en todos los lugares, los que han atendido los lugares de mayor foco de contagio... las residencias... han sido verdaderos héroes. Se han comportado muy bien, no sé, puede haber alguna excepción pero en general yo estoy encantado del comportamiento”, ha dicho Revilla.
Además, a su juicio, hay “datos elocuentes” que, en su opinión, demuestran este buen comportamiento de la sanidad cántabra. “No hay una sola estadística donde no estemos mejor que la media nacional”, ha dicho Revilla, que ha hecho referencia al alto porcentaje de curados que hay en Cantabria y también ha señalado que la proporción de fallecidos en la comunidad “casi es la mitad” que en la media de España.
Y en cuanto a las residencias, ha reivindicado que en las de Cantabria ha sido de las que menos muertos han tenido de España --136, según ha dicho--. “Y claro que muere gente en las residencias porque los que somos mayores somos los clientes número uno del virus y de la muerte, porque los que han muerto en Cantabria tienen de media 84,6 años. Muere la gente en las residencias, claro no van a morir en los colegios, donde están los jóvenes”, ha aseverado.
Además, Revilla ha señalado que las residencias “no son centros hospitalarios” y, “probablemente, no estaban preparadas para una situación de estas” que --ha dicho-- “nos ha cogido a todos por sorpresa”.
La polémica con el consejero surgió después de que ayer Rodríguez opinara que esta crisis sanitaria “ha puesto de manifiesto” que, mientras que hay un sector sanitario eminentemente público que “ha demostrado estar a la altura”, el sociosanitario “fundamentalmente en manos privadas”, “ha demostrado no estar a la altura”.
Además, tras las críticas recibidas hace unos días por los representantes de las residencias a la atención sanitaria que se había prestado en esta crisis del COVID-19 a los usuarios de las residencias, Rodríguez consideró que eran “manifestaciones claramente interesadas y tendenciosas” de los empresarios del sector con la que, según dijo, se buscaba “desviar la atención sobre sus propias responsabilidades en la gestión de esta crisis”.
Horas después de estas palabras la Federación Empresarial de Dependencia (FED) de Cantabria y Lares, que representan al 80 por ciento del sector en la comunidad, han pedido el cese del consejero por, según señalaron, estas “lamentables e inadmisibles” palabras.