El Ayuntamiento de Santander ha adjudicado a la empresa Acusttel la elaboración del Plan de Acción contra el Ruido en la ciudad, que incluirá a la zona de ocio nocturno y estará listo dentro de seis meses.
Así lo ha anunciado la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, durante el debate de una moción del PSOE en este sentido, que ha salido adelante con el apoyo de los concejales 'populares' del equipo de Gobierno al incluirse una enmienda transaccional del PP, mientras que Vox, PRC e IU-Podemos se han abstenido.
La iniciativa, surgida a raíz de que el Consistorio aprobara el Mapa Estratégico del Ruido (MER) sin incluir las mediciones realizadas en las zonas de ocio nocturno, pedía redactar el Plan de Acción contra el Ruido no solo en los grandes ejes viarios o ferroviarios y zonas industriales, sino incluyendo también esas áreas donde los vecinos están más afectados, como pueden ser Cañadío o Río de la Pila.
El PSOE pedía también declarar como zona acústicamente saturada (ZAS) el Ensanche, pero a través de la enmienda del PP se ha determinado que, antes de aprobar las ZAS, se modificará la actual ordenanza municipal con el fin de recoger el procedimiento a seguir para evaluarlas y fijarlas en un plazo de seis meses.
Una vez definido ese procedimiento e incluido en la ordenanza se realizará un nuevo estudio específico para analizar estas zonas, que sirva de base para la propuesta de declaración de las ZAS.
El PSOE ha aceptado la enmienda mostrándose “muy contento” de que así ha logrado un compromiso por parte del equipo de Gobierno para sacar adelante un plan que “lleva sobre la mesa demasiado tiempo y que está afectando a la salud de muchos vecinos”, y de hacerlo en un plazo de tiempo que “se puede cumplir”.
De hecho, el grupo ha rechazado otra enmienda presentada por el PRC que acotaba los plazos para llevar a cabo estas algunas de estas medidas antes de verano, pues para el PSOE era “imposible” de cumplir.
La moción que ha salido adelante también contempla iniciar la revisión de la ordenanza de terrazas y veladores en busca de una “buena convivencia” entre los hosteleros y los vecinos, un objetivo en el que han coincidido todos los grupos.
Además, los socialistas pedían al equipo de Gobierno incluir las mediciones del ocio nocturno en la revisión del Mapa de Ruido ya elaborado, pero este punto se ha retirado a través de la enmienda del PP porque, como ha explicado la concejala de Medio Ambiente, este documento está ya finalizado y de hecho se publicó ayer en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).
Desde Vox, Laura Velasco ha opinado que el ruido del ocio nocturno es “un problema real” pero que “tiene una difícil solución”, además de que rechaza que “desde el PSOE se insista en poner la bota en el cuello de la hostelería”.
Mientras, el regionalista Vicente Nieto ha insistido en actualizar la ordenanza de terrazas “caduca” y que no contenta “ni a hosteleros ni a vecinos”. Para solventarlo, ha apostado por buscar una confluencia y por ello pedía una mesa de diálogo con ambas partes.
“Recuperar el equilibrio perdido”
La Asociación de Vecinos de las plazas de Pombo-Cañadío y Ensanche se ha felicitado por la aprobación de esta moción ya que la consideran “una oportunidad para restaurar el equilibrio perdido en la zona frente al exceso de ruido”. Con ello, los vecinos creen que se podrá hacer “compatible” la actividad en los bares y locales de hostelería con el derecho al descanso de los residentes, además de que mejorará “la falta de seguridad y la degeneración medio ambiental de esta zona”.
La ZAS ha sido una larga reivindicación de la asociación de vecinos, refrendada hasta por tres avisos del Defensor del Pueblo al Ayuntamiento de Santander, el último en el año 2016. Por ello, desde la asociación han señalado en un comunicado que estarán atentos y vigilantes para que el acuerdo alcanzado cumpla “escrupulosamente” con los plazos establecidos, así como con la puesta en marcha de todas las medidas correctoras necesarias que resulten procedentes para disponer por fin de una herramienta “efectiva y no descafeinada” para controlar el exceso de ruido en su zona.
Como han apuntado, el Mapa Estratégico del Ruido del año 2016 ya acreditaba en el Ensanche mediciones en el período noche que “superaban con creces los 55 decibelios”, límite establecido por la Ley 37/2003 y la Ordenanza Municipal de Santander para las zonas residenciales. Las mediciones realizadas en el Río de la Pila alcanzaron un valor de 67,6 dB, mientras que en la Plaza de Cañadío llegaban a un valor de 75,9 dB, según han detallado. Además, han subrayado que el último Estudio Acústico de las Zonas de Ocio de Santander del año 2023 “constata que los residentes de Cañadío, Peña Herbosa y Río de la Pila continúan sufriendo niveles de ruido nocturno muy superiores a los permitidos por la ley”.