El Sector de Enseñanza de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha registrado un escrito en la Consejería de Educación de Cantabria en el que reclama que se elabore un documento que exima de responsabilidades ante posibles contagios de COVID-19 a docentes y equipos directivos de los centros educativos, tal y como han hecho algunas comunidades autónomas.
En el escrito del sindicato, remitido a la consejera, Marina Lombó, y rubricado por la responsable regional de enseñanza de UGT, Laura Guate, se solicita también que se realicen test PCR a todos los docentes de cara al inicio del curso, “algo razonable si se tiene en cuenta que estaremos en contacto directo con un volumen importante de alumnado”.
En un comunicado, UGT ha argumentado que, ya que la Consejería de Educación, amparándose en la autonomía de los centros educativos, ha mandatado a los equipos directivos elaborar un plan de contingencia antes del 24 de agosto, se le exige que “al menos garantice que los docentes están exentos de cualquier responsabilidad en caso de contagios”.
El sindicato ha reafirmado la necesidad de un plan de contingencia aunque ha manifestado su “desacuerdo y malestar” porque se obliga a los centros educativos “a elaborarlo a toda prisa en un tiempo récord y en el mes de vacaciones de los docentes, cuando esta situación se conocía desde hacía meses y se debía haber preparado con tiempo una vuelta segura a las aulas, estableciendo un consenso entre toda la comunidad educativa y muy estrechamente con las aportaciones de los sindicatos de la Junta de Personal Docente”.
UGT ha insistido en que “ha habido tiempo suficiente” para no acometer el plan de contingencia de la COVID-19 “con prisas” y ha advertido a Educación que exigirá que todos aquellos directivos y docentes que trabajen en el plan de contingencia y pierdan días de vacaciones puedan recuperarlos una vez iniciado el curso académico.