Carne Cruda Opinión y blogs

Sobre este blog

Reacciones Psicóticas y Mierda de Carburador

0

Uno de los cambios más inadvertidos que conlleva la aparente muerte del mercado discográfico y el advenimiento del todo gratis cultural ha sido la desaparición de la figura del crítico estrella. La tan cacareada defunción del rock no explica las muchedumbres festivaleras, y el género tiene trazas de  envejecer dignamente en el underground. Pero ¿me podéis nombrar algún crítico popular e influyente de menos de 50 años? No me cuesta pensar que dentro de diez años unos chavales se juntarán a tocar guitarras, hartos de videojuegos y la bazofia que reine entonces, pero me cuesta más imaginar a algún joven escritor dando un testimonio personal que perdure. Incluid pues al Crítico de Rock en la misma lista del oso polar, el mandril o el atún rojo.  

A los que nos gusta leer, nos gusta el rock y además disfrutamos leyendo sobre música nos debe alegrar la publicación de Reacciones Psicóticas y Mierda de Carburador, una selección de textos de uno de los críticos más influyentes del pasado siglo, Lester Bangs. Editado por Libros del Kultrum (su primera referencia; reciban parabienes), prologado por otro de los ases del ensayo cultural, Greil Marcus, y traducido por uno de nuestros referentes, Ignacio Julià (al que no envidio el envite, leí el libro en inglés y cuando terminé tenía la boca pastosa y la visión periférica borrosa) Casi seiscientas páginas desbarrando sobre los grupos más excesivos y ruidosos de su época, proclamando su amor por los Stooges, o su amor y su odio y su amor de nuevo por Lou Reed (gloriosa la entrevista con éste bajo el título Cómo Me Peleé Con Lou Reed Y Me Mantuve Despierto, en un desopilante choque de egos) Además podemos acceder a artículos escritos para Creem Magazine y el Village Voice, otras entrevistas psicóticas (la de Kraftwerk, hilarante) y algún ejemplo de que Lester Bangs no era un tipo que escribía sobre rock, sino que era un escritor soberbio que resulta que escribía sobre rock; si tienes dudas, métele mano al relato basado en la letra de Maggie May. No menos memorables son sus escritos acerca de The Clash o Elvis, y es que Bangs era tan punzante y divertido cuando loaba como cuando atizaba con tirria. 

Uno no puede evitar preguntarse qué pensaría Lester del vigente mundo musical, cómo hubiera evolucionado su estilo y gustos; en sus últimos escritos ya mostraba una sombría visión acerca del futuro y de la ausencia de emoción en unos humanos devorados por la conciencia mecánica, y criticaba con saña el nihilismo tontorrón de los músicos y fans de su generación. En uno de los primeros textos de este Reacciones Psicóticas se muestra como un vejestorio contando a sus nietos las bondades de los Yardbirds y es así como me gusta imaginarlo, aunque más bien le veo en plan Thoreau, auto exiliado a una remota cabaña en los bosques a salvo de OTs y demás mandanga infecta.

Uno de los cambios más inadvertidos que conlleva la aparente muerte del mercado discográfico y el advenimiento del todo gratis cultural ha sido la desaparición de la figura del crítico estrella. La tan cacareada defunción del rock no explica las muchedumbres festivaleras, y el género tiene trazas de  envejecer dignamente en el underground. Pero ¿me podéis nombrar algún crítico popular e influyente de menos de 50 años? No me cuesta pensar que dentro de diez años unos chavales se juntarán a tocar guitarras, hartos de videojuegos y la bazofia que reine entonces, pero me cuesta más imaginar a algún joven escritor dando un testimonio personal que perdure. Incluid pues al Crítico de Rock en la misma lista del oso polar, el mandril o el atún rojo.  

A los que nos gusta leer, nos gusta el rock y además disfrutamos leyendo sobre música nos debe alegrar la publicación de Reacciones Psicóticas y Mierda de Carburador, una selección de textos de uno de los críticos más influyentes del pasado siglo, Lester Bangs. Editado por Libros del Kultrum (su primera referencia; reciban parabienes), prologado por otro de los ases del ensayo cultural, Greil Marcus, y traducido por uno de nuestros referentes, Ignacio Julià (al que no envidio el envite, leí el libro en inglés y cuando terminé tenía la boca pastosa y la visión periférica borrosa) Casi seiscientas páginas desbarrando sobre los grupos más excesivos y ruidosos de su época, proclamando su amor por los Stooges, o su amor y su odio y su amor de nuevo por Lou Reed (gloriosa la entrevista con éste bajo el título Cómo Me Peleé Con Lou Reed Y Me Mantuve Despierto, en un desopilante choque de egos) Además podemos acceder a artículos escritos para Creem Magazine y el Village Voice, otras entrevistas psicóticas (la de Kraftwerk, hilarante) y algún ejemplo de que Lester Bangs no era un tipo que escribía sobre rock, sino que era un escritor soberbio que resulta que escribía sobre rock; si tienes dudas, métele mano al relato basado en la letra de Maggie May. No menos memorables son sus escritos acerca de The Clash o Elvis, y es que Bangs era tan punzante y divertido cuando loaba como cuando atizaba con tirria.