Artículos de opinión de Javier Gallego, director del programa de radio Carne Cruda.
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El Gobierno ha aprobado el proyecto de nueva ley del aborto impulsado por la ministra de Igualdad, Irene Montero, pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha vetado la reducción del IVA de las compresas y los tampones al 4%. En el combate Montero contra Montero, pierden las mujeres. Los socialistas faltan a su propio programa electoral y al acuerdo de coalición. Ninguna novedad. En la oposición, defendieron la bajada al 5,5%. Ahora, dicen que no toca, que la ley no es el sitio, que lo incluirán en los próximos Presupuestos. Si es que llegan. No incluyeron la rebaja en los anteriores. Como para fiarse. La legislatura se puede acabar con los deberes sin hacer.
Los productos de higiene femenina no son una elección, son esenciales para las mujeres pero tienen el mismo IVA que un café y mayor que el de la Viagra, considerado un medicamento. La erección masculina es una necesidad básica, pero el control de la menstruación femenina, por lo visto, no. Las mujeres tienen que usar estos productos durante unos 40 años, en los que se gastan hasta unos 2000 euros anuales, según datos de la OCU. En Francia, Reino Unido o Alemania tienen una tasa reducida, en Irlanda han quitado el impuesto y en Escocia son gratis. En España, hasta la derecha defiende una reducción, pero los socialistas siguen sangrando a las mujeres. No se pueden agarrar a la Unión Europea, como otras veces, porque la directiva comunitaria aprueba la bajada.
Se agarran a la inflación provocada por la guerra de Ucrania, pero precisamente esa es la razón para hacer lo contrario: ayudar a las mujeres frente a la subida de precios, protegerlas de la “pobreza menstrual”. También ha incumplido la promesa de luchar contra la llamada “tasa rosa” que encarece la versión femenina de muchos productos, como las cuchillas, hasta un 170% más caras que las masculinas. ¿Qué le ha dado al PSOE con la regla, que tampoco le parece bien el reconocimiento de la baja por dolores menstruales? Irene Montero y Unidas Podemos, eso es lo que les pasa y les pesa a los socialistas.
No soportan que el socio de gobierno se llevara Igualdad y vienen saboteando a la ministra desde la Ley Trans, a la que se han opuesto con vehemencia aunque en 2014 aprobaron la autodeterminación de género en Andalucía y después en 9 comunidades más, y aunque fueron ellos los que promovieron los cambios legales para facilitar el cambio de sexo en el registro. Desde que perdió el ministerio que ha sido su santo y seña, el PSOE antepone sus intereses de partido a los intereses de las mujeres. No es el único caso. El socio mayoritario de la coalición es el freno a los avances del socio minoritario.
Calviño le echó el freno a Yolanda Díaz en la reforma laboral y lo ha intentado sin éxito con el Salario Mínimo. Sánchez echó el freno en la derogación de la Ley Mordaza que se ha quedado solo en reforma. Sánchez echó el freno a Garzón con la carne y las macrogranjas. Escrivá echó el freno al Ingreso Mínimo Vital para reducir su alcance (aunque ahora pisa el acelerador para ampliarlo). El PSOE iba con el freno pisado en la crisis del campo y los camiones. PSOE ha echado el freno de mano para impedir comisiones de investigación al emérito y al espionaje, ha frenado la acogida de refugiados a la que había abierto los brazos (aunque ahora vuelve a abrirlos a los ucranianos), incluso, ha hecho un trompo y va en dirección contraria a la posición nacional de España en el conflicto del Sáhara. Tenemos un gobierno de dos velocidades.
Unidas Podemos acelera, el PSOE frena. Unos corren para llevar a cabo los cambios que este país necesita, otros temen que el polvo levantado moleste a la monarquía, el Ibex, la prensa y demás poderes. Pero los que vienen que vuelan son la derecha con la ultraderecha. Si los socios no aceleran ahora y corren juntos, como piloto y copiloto, perderán la carrera a la Moncloa y retrocederemos todo lo que hemos adelantado.
El Gobierno ha aprobado el proyecto de nueva ley del aborto impulsado por la ministra de Igualdad, Irene Montero, pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha vetado la reducción del IVA de las compresas y los tampones al 4%. En el combate Montero contra Montero, pierden las mujeres. Los socialistas faltan a su propio programa electoral y al acuerdo de coalición. Ninguna novedad. En la oposición, defendieron la bajada al 5,5%. Ahora, dicen que no toca, que la ley no es el sitio, que lo incluirán en los próximos Presupuestos. Si es que llegan. No incluyeron la rebaja en los anteriores. Como para fiarse. La legislatura se puede acabar con los deberes sin hacer.