Presidente Indecente busca candidato Ruiz

Podría poner un anuncio en la página de contactos: “Presidente Indecente busca candidato Ruiz para relación seria, gran coalición y lo que surja. Ofrece todo lo que negó hasta ahora, a saber, reforma constitucional, plan de rescate a los más desfavorecidos y pacto contra la corrupción. Razón: la estabilidad del IBEX, de la Troika y de nuestros altos cargos”. Rajoy está como Pimpinela que regresa a buscar a Sánchez, dos años después de romper peras, para reanudar su amor donde lo dejaron, esto es, en la reforma de la Constitución para mayor gloria de los mercados. Pero ahora es Pedro el que ha aprendido a vivir sin él y le dice que olvide su nombre, su cara, su casa y pegue la vuelta. Le está bien empleado. Al PP le pagan ahora con la moneda de la indiferencia y el desprecio con la que ha estado pagando al respetable. El que a hierro mata, a hierro muere, Mariano.

Si querían ayudar a los más vulnerables y reformar la Carta Magna para ajustarla a los tiempos, tiempo y mayoría tuvieron para mover siquiera un dedo y tender la mano. De la tardanza de la Guardia Civil en aparecer en el lugar de los hechos, viene la expresión “a buenas horas mangas verdes” que habrá que cambiar por mangas azules para actualizarlo. A buenas horas se acuerda el PP de la oposición a la que ha ignorado no durante dos años, como Pimpinela, sino cuatro por lo menos. Se ha pasado una legislatura atizando al personal a decreto limpio, desoyendo clamores y sacándole la lengua a la bancada de enfrente y ahora regresa arrastrándose con el rabo entre las piernas como el amante que se fue a echar una cana al aire y al cabo se dio cuenta de que quería más a su mujer de toda la vida que a la querida. Llega más tarde que el conejo de Alicia.

Tampoco se acuerda ya el PP de su pataleta cuando el candidato Ruiz llamó indecente al presidente. ¡Uy, lo que me ha dicho!, clamaba Rajoy entonces. Ahora está hasta por enviarle mensajitos indecentes como los que le mandaba a su amigo Luis. Pero para Ruiz echarse en brazos de Mariano es como echarse la soga al cuello, un suicidio. No está todo dicho, no obstante, que la vida da muchas vueltas como bien sabía Phileas Fogg y más vueltas dan a las tuercas los mercados. Por si quedaba alguna duda, la Unión Europea ya ha expresado públicamente que lo que a ellos les hace feliz es una gran coalición o un ménage à trois con Ciudadanos. No son pervertidos ni nada estos troikos. En las orgías del dinero no te miran el carné del partido, sólo que lleves la vaselina.

Pase lo que pase, quien vaya a formar gobierno, si es que alguien lo consigue, debería explicarnos si va a aceptar el nuevo ajuste de 10.000 millones de multa que nos exige Europa por pasarnos con el déficit. Para ir preparando nosotros la vaselina, digo. Por lo pronto, PSOE va a intentar llegar a un acuerdo con Podemos con el apoyo o abstención de Ciudadanos. Los de Pablo Iglesias ya han borrado la línea roja del referéndum de momento. Aunque unas nuevas elecciones le auguran un mejor resultado, superando incluso a los socialistas, sería un error parecer más ansiosos por llegar arriba que por ayudar a los de abajo. Una nueva convocatoria electoral podría devolver al PP parte de su ventaja ahora que está tocado. Ya habrá tiempo de asaltar los cielos, ahora hay que levantar a la gente del suelo.

Hemos entrado en las semanas decisivas para formar gobierno. A cambio de sus votos, el PSOE debería mostrar la misma generosidad que ha tenido con Esquerra Republicana para que forme grupo parlamentario y apoyar que Podemos tenga los cuatro grupos que se presentaron ante el electorado. Si no lo hace, a lo mejor tiene que contestar al sms de Rajoy y volver a pedir su mano. No nos extrañaría. Para olvidarse de todo el PSOE también tiene experiencia, como diría Pimpinela.

Hoy a las 12h en www.carnecruda.es, entrevistamos al periodista y corresponsal de guerra, Ramón Lobo, sobre su obra maestra Todos náufragos, un fabuloso retrato de las dos Españas a través de la historia de su propia familia.

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Si querían ayudar a los más vulnerables y reformar la Carta Magna para ajustarla a los tiempos, tiempo y mayoría tuvieron para mover siquiera un dedo y tender la mano. De la tardanza de la Guardia Civil en aparecer en el lugar de los hechos, viene la expresión “a buenas horas mangas verdes” que habrá que cambiar por mangas azules para actualizarlo. A buenas horas se acuerda el PP de la oposición a la que ha ignorado no durante dos años, como Pimpinela, sino cuatro por lo menos. Se ha pasado una legislatura atizando al personal a decreto limpio, desoyendo clamores y sacándole la lengua a la bancada de enfrente y ahora regresa arrastrándose con el rabo entre las piernas como el amante que se fue a echar una cana al aire y al cabo se dio cuenta de que quería más a su mujer de toda la vida que a la querida. Llega más tarde que el conejo de Alicia.