El 0,7% para cooperación internacional que nunca llega: Castilla-La Mancha sigue en el “vagón de cola”

Castilla-La Mancha es de las comunidades autónomas que menos fondos aporta para cooperación internacional, unas ayudas ahora “más necesarias que nunca” en los países más pobres debido a la pandemia de COVID-19. Se trata de un dato que han denunciado en varias ocasiones las ONG de desarrollo en la región y que el año pasado se vio agravado por el “recorte” de la convocatoria de subvenciones para este objetivo. Ahora, la Red de Coordinadores Autonómicas de ONG ha realizado el Informe sobre Ayuda Oficial al Desarrollo autonómico, que ofrece una fotografía sobre el compromiso de las comunidades autónomas con la cooperación, y donde esta comunidad autónoma sigue ocupando los últimos puestos, según diferentes indicadores.

Concretamente, este estudio desvela que con una media de 0,11% destinado a cooperación en 2019, los fondos públicos castellanomanchegos se encuentran muy lejos del compromiso del 0,7%. Por ello, sitúa a la comunidad autónoma en el “vagón de cola” de la cooperación al situarse por debajo de 0,09%.

De hecho, la fotografía que ofrece el informe en todas las autonomías presenta “más sombras que luces”: la tendencia a la recuperación de estos fondos se mantiene desde 2015, aunque “con mucha timidez”. Así, subraya que en algunos casos el punto de partida es tan bajo que el cambio apenas se percibe en términos porcentuales. Con una media estatal de 0,11% destinado a cooperación en 2019 y de 0,10% el año anterior, el estudio muestra que los fondos se encuentran muy lejos del compromiso del 0,7%.

“Esa recuperación, por tanto, es claramente insuficiente sobre todo en un momento en el que la crisis provocada por la pandemia exige respuestas firmes que frenen las desigualdades y la pobreza. El apoyo que ofrecen las ONG es crucial en un momento en el que la crisis afecta directamente a poblaciones que ya sufrían situaciones extremas. No fortalecer la cooperación supondrá un impacto directo sobre las condiciones de vida de miles de personas”.

La comparativa entre comunidades autónomas resulta muy clarificadora. Así, tan solo se encuentran por encima del 0,20% Euskadi, Extremadura y Navarra; entre el 0,10% y el 0,19%, Andalucía, La Rioja, Asturias, Catalunya, Illes Balears y Comunitat Valenciana; y por debajo del 0,09%, por este orden, Cantabria, Aragón, Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Murcia y Canarias.

Presupuesto por persona y peticiones

En el caso de Castilla-La Mancha, el estudio también detalla que la región ocupa el cuarto puesto por la cola en el presupuesto de cooperación por persona, que fue de 1,27 euros en 2019 y que ese mismo año, el presupuesto ejecutado de Ayuda Oficial al Desarrollo supone el 7% del importe registrado como mejor dato histórico, que fue diez años atrás (2009).

“La tendencia a la nula o tímida recuperación nos hace dar la voz de alerta”, recalcan las ONG. Consideran en el informe que existe un riesgo de que, en el contexto actual, la política de cooperación pueda ser nuevamente utilizada como moneda de cambio y que, con la excusa del “primero los de aquí” se reduzca significativamente su presupuesto. “Esto sería un gravísimo error, porque si algo ha demostrado la pandemia es que todo el mundo sale de esto o no sale nadie. Por otra parte, el análisis de los datos demuestra la necesidad de reforzar las capacidades del sistema para alcanzar mayores niveles de ejecución y eficacia”.

Por todo ello, las ONG de desarrollo demandan, entre otras medidas, la recuperación de los fondos y aprobación de un calendario de cumplimiento hacia el 0,7%, “en coherencia con el apoyo ciudadano a esta política pública”; compromisos concretos con el fortalecimiento de la educación para la ciudadanía global, “una cuestión clave en un contexto en el que aumentan los discursos de odio”; y mejorar la transparencia.

También solicitan homogeneizar criterios para contabilizar la Ayuda Oficial al Desarrollo autonómica. “No podemos analizar con detalle y con perspectiva si no contamos con los mismos datos o no se contabiliza de manera adecuada”. Y, por último demandan una flexibilización de la burocracia: “Los procedimientos y requisitos han de revisarse para facilitar el trabajo de todos los actores implicados en la cooperación”.