El Gobierno de Castilla-La Mancha va a destinar 18,9 millones de euros al bono social térmico, el cuarto más elevado a nivel estatal y un 136% más que el año anterior, cuando se dedicaron 8 millones de euros. Es el cuarto presupuesto más alto de toda España en esta materia y la cuantía se calcula en cuanto a la zona climática y al grado de vulnerabilidad que presentan las personas destinarias.
Según ha detallado la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, con este dinero se prevé ayudar a un total de 76.354 familias en situación de vulnerabilidad que recibirán ayudas directas de entre los 128 y los 373 euros. Se trata de “justicia social en vena para familias con auténticas dificultades para pagar el recibo de la luz y sostener las actividades básicas de su hogar”.
Por provincias, en Albacete serán 19.834 las familias que obtendrán esta ayuda, a las que se destinarán 5,1 millones de euros; en Ciudad Real, serán 16.555 familias con una partida de 4,4 millones de euros; en Cuenca, 10.600 familias con 2,7 millones de euros; en Guadalajara, serán 6.500 las familias beneficiarias con una partida de un millón y medio de euros; y en Toledo, el bono social térmico llegará a 23.800 familias destinando un importe de 5,5 millones de euros.
El bono social término es una de las medidas anunciadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha para paliar las consecuencias de la subida de precios de la energía. Sus objetivos son compensar los gastos de calefacción, agua caliente sanitaria o cocina y reducir el impacto de la subida de precios de la energía para proteger a las familias más vulnerables.
Blanca Fernández ha adelantado que en cuestión de una semana o diez días comenzarán a abonarse estas cantidades de manera paulatina y “lo más rápido posible” habida cuenta de la situación de la progresiva subida del precio de la luz en España.