ACS ha vendido a un fondo gestionado por Brookfield el 80% de su participación en el Hospital de Toledo, una operación con la que la compañía presidida por Florentino Pérez se embolsará unas plusvalías de entre 25 y 30 millones de euros. El 4 de octubre se sacó por primera vez al mercado y ayer se cerró la operación.
No es la primera compañía en hacerlo, ya que con anterioridad tanto Acciona como OHL también vendieron sus correspondientes participaciones. En 2020 el sindicato UGT mostraba su “preocupación” porque la propiedad del hospital se haya derivado a “fondos de inversión” y advertían que la operación “podría suponer una merma en la calidad”, en particular del servicio de limpieza, decía el sindicato que criticaba así que estas empresas “solo busquen la rentabilidad”.
La transacción que ahora se ha producido valora el 100% del capital del hospital en 401 millones de euros, mientras que el precio de la transmisión por parte de Iridium --la filial de concesiones de ACS--, a BSIP Spain --sociedad gestionada por Brookfield-- asciende a 59,3 millones de euros.
Según informa ACS a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la participación transmitida equivale al 80% de sus participaciones sobre el 33% del capital de la sociedad concesionaria del complejo hospitalario, así como de la operadora del hospital.
La operación queda ahora únicamente sujeta a la obtención de las autorizaciones que habitualmente se requieren para el traspaso de este tipo de activos.
En noviembre del año pasado, OHL también anunció la venta de su participación del 33,34% en este mismo activo, en este caso a un fondo gestionado por DIF Capital Partners, un movimiento que le reportó unas plusvalías de entre 45 y 50 millones de euros a la empresa controlada por los hermanos mexicanos Amodio.
Tres constructoras se adjudicaron en 2015 el contrato de construcción y gestión de servicios no sanitarios
Acciona, ACS y OHL se adjudicaron en consorcio en 2015 el contrato de obras de construcción y futura gestión en concesión de los servicios no sanitarios del futuro Hospital de Toledo por un importe de 1.855 millones de euros.
El contrato de adjudicación, por 30 años y que vence en 2045, contemplaba terminar el edificio del hospital y dotarlo del mobiliario clínico y no clínico, la construcción de una subestación eléctrica, el cableado informático y electrónico de red, los sistemas de información y el traslado y control de la obra, entre otros servicios.
Asimismo, recogía el mantenimiento, reparación y renovación de las instalaciones durante la vigencia del contrato y la prestación de los servicios no asistenciales, como la limpieza, vigilancia, centralita telefónica o retirada de residuos.
Tras anunciar el Gobierno regional que el hospital se pondría en funcionamiento a lo largo del 2019, la pandemia de la COVID-19 ocasionó que su apertura se retrasara hasta que en octubre de 2020 la Junta de Castilla-La Mancha anunciase que a finales de noviembre de ese mismo año arrancaba la mudanza desde el actual Hospital Virgen de la Salud de Toledo hasta el futuro Hospital Universitario. En diciembre lo último que se trasladó fueron las Urgencias.
El nuevo hospital atenderá a un total de 434.967 tarjetas sanitarias de 116 municipios y contará con una superficie construida de 246.964 metros cuadrados en una parcela de 326.400. Además, tendrá un total de 853 camas, un 21% más, y 25 quirófanos, dos de ellos en bloque obstétrico. Algunos servicios como el Laboratorio, entre otros, permanecen en el antiguo Hospital Virgen de la Salud, en el toledano barrio de Buenavista, a la espera de 'hueco' en un nuevo complejo hospitalario que, según fuentes informadas, no tiene de momento cabida en las instalaciones.