Los últimos datos hechos públicos acerca de la actividad de las personas con discapacidad, señalan que en 2016 había un total de 1.840.700 personas con discapacidad en edad de trabajar, es decir, entre 16 y 64 años de edad. En esta población activa se identificó un mayor porcentaje de hombres y menos representación de las personas con estudios superiores que en la población activa sin discapacidad. Por otra parte, la tasa de paro entre las personas con discapacidad se situó en el 28,6 por ciento (185.200 personas), 9,1 puntos más que la población sin discapacidad.
En el caso de Castilla-La Mancha, la tasa de actividad entre las personas con discapacidad se mantiene entre las más altas del país, en un 43,3%, sólo superada por la Comunidad de Madrid, en un 43,6% y por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Por otro lado, las menores tasas de actividad se registraron en Galicia, con un 27,8%, Andalucía y La Rioja que muestran un 30,5%.
En la región se registró en 2016 un total de 73,300 personas con un certificado de discapacidad, de las cuales el 55% eran hombres. De ellos, la gran mayoría, es decir, un 42,3% mostraba una discapacidad relacionada con el sistema arteoarticular, huesos, articulaciones o tendones. Los certificados relacionados con el sistema neuromuscular llegan al 11,9% y con discapacidad intelectual, 9,7%. Las personas con trastorno mental llegan al 7,6%, y aquellas con discapacidad relacionada con el sistema visual al 6,1% y con el sistema auditivo 4,5%.
Futura Ley
Actualmente se encuentra en trámite el anteproyecto de Ley de protección y apoyo garantizado para personas con discapacidad en Castilla-La Mancha, una legislación que proyecta la creación de un plan de futuro personalizado para los castellano-manchegos con discapacidad. Según el texto, al que ha tenido acceso eldiarioclm.es, la familia servirá como uno de los pilares fundamentales, y se dará una “oportunidad” para la planificación de sus decisiones según los gustos y preferencias de la persona.
Así, la familia sabe que las personas que pasen a hacerse cargo de ellos sabrán cuáles son los gustos y las preferencias, al contar con una elaboración planificada. Esto se denominará como Plan Personal de Futuro realizado con el asesoramiento, orientación y mediación de un profesional de referencia, quien también establecerá un acompañamiento en el proceso de inclusión de la persona y en la mejora de su calidad de vida.