Las declaraciones del consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, hablando de que los trasvases del Tajo al Segura “se harán cuando se tengan que hacer” incluso si cambia el Gobierno central tras las elecciones generales, han causado cierto malestar entre los colectivos que defienden la derogación de este acueducto. Interpretan que con ello se mantiene la vigencia de esta infraestructura. Desde la Plataforma en Defensa del Tajo lo achacan a la “típica estrategia” del PSOE de Castilla-La Mancha de “confundir” a la ciudadanía con esta cuestión.
“Mantienen un discurso de cara a la galería pero luego a la hora de la verdad se achantan, les entra el miedo y como siempre, se acaba utilizando el Tajo como un cromo que cambiar por otras cosas, para intentar coger peso político en España. Page parece estar utilizando ese mismo camino”, ha recalcado Miguel Ángel Sánchez, miembro de de esta plataforma.
En concreto, sobre las declaraciones del consejero, ha dicho que con ellas se sitúa “al lado de los trasvasistas” y “en contra de los intereses” de Castilla-La Mancha y del río Tajo. “Para un partido que Gobierna en la región y cuyo objetivo sea el desarrollo económico, social y ambiental, derogar el trasvase debe ser lo primero”, ha destacado, añadiendo que en la plataforma ya están “cansados de que siempre se interpongan otros intereses a los que verdaderamente deberían regir”.
Por todo ello, ha pedido al consejero una rectificación de sus afirmaciones y ha exigido a la Junta un planteamiento mucho más “ofensivo y beligerante” sobre esta cuestión. En su opinión, en torno al trasvase debe mantenerse, por un lado, una línea política “muy clara”, y por otro, una estrategia técnica, “buscando soluciones para cerrar el trasvase” desde las competencias de Castilla-La Mancha en ordenación del territorio y medio ambiente.
La Plataforma de Afectados por el Trasvase Tajo-Segura también se ha referido a estas declaraciones. Su portavoz, José Antonio Vargas, ha dejado claro que quien plantee la continuidad del trasvase es un “irresponsable”. “Que se deje de jugar con las palabras y en definitiva con la gente, y que se hable claro y alto sobre cuál es la postura a defender”, ha concluido.