Los agentes medioambientales piden el fin de las agresiones a los miembros del cuerpo

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha ha lamentado las “numerosas” denuncias de los profesionales del Cuerpo, tras haber sido “amenazados e insultados” en persona y también a través de las redes sociales, tras el cumplimiento de sus obligaciones en el medio rural. El colectivo ha señalado que considera que una de las prioridades a tener en cuenta, de cara al nuevo año, es la desaparición total y absoluta de las agresiones físicas y verbales a los agentes.

La Asociación Española, liderada por Rubén Cabrero, ha señalado que no son casos aislados, ya que los más de seis mil policías medioambientales los que se encuentran expuestos a ellas. Sólo en Castilla-La Mancha, aseguran, se han denunciado amenazas e insultos a través de las redes sociales, así como intentos de agresión, insultos y amenazas verbales. El cuerpo asegura que esta “lacra” se debe “simplemente” a identificar grupos de recolectores de setas que tenían antecedentes penales por agresiones y desobediencia a agentes de la autoridad, entre otros casos.

Además, el cuerpo ha vuelto a denunciar la modificación de la Ley de Montes, que consideran otra agresión al trabajo que realizan. “Supuso uno de los golpes más duros que tuvo que afrontar esta profesión que suma 180 años de historia”, asegura el colectivo. Para parar las agresiones, piden ir en parejas, “como hace la Policía Nacional y la Guardia Civil”, así como que se facilite la licencia para llevar armas tipo A.

“Hay que tener en cuenta que los agentes patrullan en solitario, en zonas aisladas y sin ningún tipo de material de autoprotección”, señala la asociación profesional. En este sentido, también han pedido que se incluya el cuerpo ensimismo, piden la inclusión del cuerpo en la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. “Hay que tener en cuenta que se trata de un gremio muy heterogéneo, puesto que cada comunidad autónoma tiene una realidad y necesidad de protección del medio ambiente distinta, además de una denominación diferente, por lo que también piden un nombre común: policía medioambiental”, finaliza el cuerpo.