En medio del confinamiento generalizado, una llamada ciudadana pudo advertir a los agentes medioambientales de una cría de lince, posiblemente abandonado. Los profesionales de la Junta de Comunidades acudieron al llamado y localizaron al cachorro.
El ejemplar fue localizado el pasado 19 de abril en la zona de suelta de los Montes de Toledo, y la teoría que barajan los agentes es que su madre, al ser primeriza, debió perder al cachorro.
David Serrano, portavoz del Cuerpo de Agentes Medioambientales, explica que “lo principal” al encontrar un animal en estas circunstancias es contactar directamente con el cuerpo o con el servicio de Emergencias del 112. “Al ser una especie protegida, los agentes se desplazan y efectúan la actuación”, señala. En este sentido, lo primero que se hizo fue dejar que el cachorro fuese examinado por un veterinario.
“Se trata de una madre primeriza que podría haberse despistado. Tenemos todas las madres controladas”, explica. Luego se lleva al cubil en el que podría haber nacido y se comprueba que el sitio sea el adecuado, y se comprueba que la madre haya vuelto para recuperarlo. “Hay que agradecer a la ciudadanía la colaboración en la conservación de especies. Es fundamental su ayuda”, concluye Serrano.