Parece que una nueva convocatoria de protestas en el sector agrario está más cerca, según la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en Toledo el secretario general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Castilla-La Mancha, José María Fresneda. Aunque aún no ha hablado de fechas concretas sí ha dejado claro que hay motivos suficientes en los asuntos de agua, vino, cadena alimentaria y precios justos para retomar las movilizaciones que el sector agrario paralizó por la pandemia.
De hecho, el próximo día 5 de abril se reunirá el Comité Ejecutivo Regional de la organización agraria y de ahí podrían salir datos más claros sobre estas protestas: “Hemos puesto el reloj en marcha”, ha señalado.
Para Fresneda, las cosas han cambiado tan poco a lo largo de este año en el sector agrario que que “si tú borras las fechas de las movilizaciones del año pasado y les pones ésta no hay que cambiar para nada la tabla reivindicativa”, ha señalado y ha pedido “gobernantes comprometidos con los que producen alimentos”.
El 51% del PASVE
Entre los compromisos que ha “exigido”· al consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha está que “tome una decisión valiente ” y que consiga un porcentaje por encima del 51% del Programa de Apoyo al Vino (PASVE) para ayudar a los agricultores para que toda la parte de este programa que llega a la región vaya a una destilación “necesaria ahora mismo” para eliminar, como mínimo, 5 millones de hectólitros de vino del mercado.
Ha señalado que la situación es muy grave tanto que hay agricultores que “este año no van a poder cobrar la uva o van a cobrar precios ridículos”, y ha asegura que “a todos les va a cuadrar las cuentas, cooperativas, industrias, distribuidores, menos al agricultor”.
También ha tenido palabras muy duras para el borrador de la Ley de la Viña y el Vino que la Consejería de Agricultura ha presentado recientemente. “No pude ser que esta ley sea para entretener al sector, no hay nada concreto en ese borrador y queremos exigencias que supongan trazar rayas rojas en el sector vitivinícola que hacen mucha falta” y ha recordado que han presentado una treintena de alegaciones a este borrador.
La Ley de Aguas
En materia hidráulica, también Fresneda ha mostrado su desacuerdo sobre el borrador de la Ley de Aguas de Castilla-La Mancha. En este sentido, ha rechazado el canon que se quiere establecer desde la Consejería de Agricultura para las industrias agroalimentarias y cooperativas porque al final “repercutirá en los agricultores. Sin olvidar que el Ministerio de Transición Ecológica pretende también imponer otro canon medioambiental por el acceso al agua” cuando se aprueben los planes de cuenca.
Asimismo ha recordado las infraestructuras que considera imprescindibles y que pueden tener cabida a través de los Fondos de Recuperación y Resiliencia, como la conexión de Beleña- Alcorlo en Guadalajara, los regadíos de La Manchuela en Albacete y Cuenca, los de Campo de Montiel en Ciudad Real, la Tubería Manchega, la sustitución de bombeos en el Júcar o la mejora de infraestructuras en el Tajo, entre otros.
Por otro lado, sobre la reforma de la PAC, Fresneda ha recordado que “Castilla-La Mancha ha sido demasiado solidaria en las últimas reformas y esta vez no se puede quedar de brazos cruzados”. Para “fijar una posición común que garantice la defensa de los intereses de los profesionales de la agricultura”, ha planteado una reunión con la Consejería de Agricultura y los servicios técnicos de ambas entidades.
Además, ha pedido pocas regiones dentro de la nueva PAC, no más de cinco, y que el proceso de convergencia “se frene en 2022 y, a partir del 2023 se alcance una convergencia total a nivel nacional reduciendo al mínimo posible el número de regiones de pago”.