Castilla-La Mancha luchará contra la propuesta de un etiquetado del vino con alusiones a efectos cancerígenos

El Gobierno de Castilla-La Mancha luchará con “uñas y dientes” contra la posibilidad que baraja Bruselas, todavía en fase de estudio, de añadir en el etiquetado del vino una información sobre el riego de su consumo asociado al cáncer al igual que aparece ya en la cajetillas de tabaco.

La propuesta procede del estudio realizado por la Comisión Especial sobre la Lucha contra el Cáncer (BECA) del Parlamento Europeo, que asocia el consumo de alcohol en cualquier cantidad con un mayor riesgo de cáncer y al que se ha opuesto el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) por considerar que se “adoptan recomendaciones políticas basadas en un único estudio que ha sido criticado abiertamente por la comunidad científica debido a sus defectos analíticos y a la clara falta de consideración de los factores del estilo de vida”.

La portavoz del Ejecutivo castellanomanchego, Blanca Fernández, ha señalado que este estudio es “muy injusto y que no se sostiene en criterios científicos” el hecho de comparar bebidas destiladas con vino de buena calidad.

Durante la rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno Fernández, se ha mostrado “en desacuerdo” con esa posibilidad ya que “el vino no es cancerígeno” y “no se puede homologar a las bebidas destiladas”, al igual que ya ha señalado el sector europeo del vino.

Además, ha añadido que “está demostrado que tiene taninos y efectos positivos para la salud si se trata de un buen vino como mayoritariamente hacemos en Castilla-La Mancha”.

Aceites esenciales de lavanda

Siguiendo en el ámbito europeo, preguntada por el borrador del Pacto Verde de la UE, que contempla la inclusión de los aceites esenciales de lavanda dentro de la categoría de productos químicos, de tal manera que incluirían la etiqueta de “tóxicos”, y que afectaría al cultivo de esta planta en la zona de la Alcarria, ha asegurado que el Gobierno regional hará “todo lo posible para que esto no salga adelante”.

Para ello, va a trabajar con sus eurodiputados y con el Grupo Parlamentario para defender también los intereses de la Comunidad Autónoma al respecto, “que son razonables”, pues “nadie que conozca bien el proceso de extracción de aceite de lavanda puede pensar que es producto químico”, pues el aceite se extrae por medios mecánicos y es natural.