El sector apícola de COAG y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han presentado una exhaustiva investigación sobre la “maraña legislativa” creada por las instituciones comunitarias y estatales que permite que se esté enmascarando el origen de la miel y se pueda comercializar la miel procedente de China como si fuera española.
Según han señalado estas organizaciones, la investigación se pregunta cómo es posible que el ‘Origen China’ haya desaparecido de las etiquetas de la miel de los principales operadores del sector y cadenas de distribución a pesar de que el 30% de las importaciones que entran cada año en España vienen directamente del país asiático.
Según ha afirmado el responsable del sector apícola de COAG, Pedro Loscertales, los datos que arroja la investigación llevan a concluir que los operadores españoles podrían estar aprovechando la normativa para enmascarar el verdadero origen de las mieles que se comercializan en España. “No creemos que estén cometiendo ninguna ilegalidad; creemos que tanto la aplicación de la normativa comunitaria y estatal analizada lo facilitan”, ha puntualizado Loscertales.
Además, “interpretamos que China ha desaparecido de las etiquetas de las mieles comercializadas en nuestro país porque la miel que sigue entrando a día de hoy en España desde el gigante asiático se triangula a través de otros países de la UE( Portugal y Rumania) en los que se transforma y adquiere un nuevo origen: ‘Origen España”, señala.
Ante esta situación, COAG y OCU han pedido a la Unión Europea y al Gobierno español que se modifique la normativa en torno al etiquetado y origen de la miel para que se evite el presunto engaño masivo al consumidor, al tiempo que se pide a las autoridades competentes que se abra una investigación para determinar dónde está ese significativo porcentaje de miel china que entra cada año en España y no aparece en las etiquetas.
La investigación paso a paso
La investigación comenzó a raíz de que en 2016 se produjera un cambios brusco en los flujos de entrada de miel en España con una caída notable de las importaciones de miel procedente de China e incremento de las importaciones de miel procedente de Portugal. Así, Portugal pasó a ser el principal abastecedor de miel en 2020 y China se situó como segundo abastecedor de miel en 2020.
Sin embargo, la organización acudió a los lineales y “descubrimos que el origen China y Portugal había desaparecido por completo de las etiquetas¿Dónde están esas miles de toneladas de miel?”, se preguntaba entonces.
Para intentar encontrar una respuesta, los servicios técnicos de COAG especializados en el sector apícola se pusieron a revisar y analizar toda la legislación europea y española que rige todo aquello relacionado con etiquetado y país de origen y se dieron cuenta de varias normativa que estaba permitiendo que esta miel procedente de fuera de España se esté etiquentando como Española.
Así, el artículo 60 del Código Aduanero de la Unión señala que “las mercancías en cuya producción interviene más de un país o territorio tienen su origen en el país en el que se haya producido su ”última transformación sustancial y económicamente justificada“; o el Reglamento delegado 2015-/2446 que desarrolla disposiciones de código aduanero que dice que ”el origen de una mezcla será el país de origen de las materias que representen más del 50% en peso de la mezcla“.
Además, el Real Decreto que aprueba norma de calidad relativa a la miel, aprobado en España señala que “deberán mencionarse en la etiqueta el país o los países de origen en los que la miel y, en su caso, sus mezclas, hayan sido recolectadas”.
Señala COAG que, a tenor de lo expuesto, la miel cosechada en China e importada por un operador portugués, que se mezcle (y, en su caso, caliente) con miel cosechada en España, puede adquirir el origen España si más del 50% en peso de la mezcla final es miel cosechada en España.
Según Pedro Loscertales, “si una miel cosechada en China e importada por un operador portugués, y posteriormente mezclada con miel cosechada en España, puede adquirir origen España si más del 50% en peso de la mezcla final es española, dicha mezcla podría volver a mezclarse con nuevas partidas de mieles originarias de China confiriendo, de nuevo, el origen España a las subsiguientes mezclas finales”.