Detectan dos nuevos focos de viruela ovina en La Alberca de Záncara y Tébar

Los Servicios Veterinarios Oficiales han detectado dos nuevos focos de viruela ovina y caprina en la provincia de Cuenca, en este caso sendas una explotación ganaderas de La Alberca de Záncara y Tébar, con un censo de 1.519 y 820 ovejas respectivamente, que deberán ser sacrificados en cumplimiento con las medidas que contempla el Reglamento de la Unión Europea.

La zona de restricción que se había establecido como consecuencia de los focos notificados en la provincia de Cuenca con anterioridad se ha levantado con fecha 23 de noviembre de 2022, una vez transcurridos 30 días desde la finalización de las labores de limpieza y desinfección preliminares en las explotaciones afectadas.

Ambas sospechas se originaron por la detección y comunicación a los Servicios Veterinarios Oficiales de signos clínicos y lesiones compatibles con la enfermedad. A consecuencia de ello, se procedió a realizar inmediatamente la visita oficial a las explotaciones y se realizó la correspondiente toma de muestras oficiales para su análisis en el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) del MAPA en Algete (Madrid), Laboratorio Nacional de Referencia para la enfermedad en España, donde se ha confirmado el resultado positivo al virus de viruela ovina por PCR en ambos casos.

Desde la confirmación de las sospechas, la Consejería de Agricultura ha puesto en marcha medidas de control y se ha establecido una zona de protección de tres kilómetros, así como la vigilancia de las explotaciones situadas en un radio de 10 kilómetros del foco.

Estos focos se ha detectado dos meses después del registrado en Villaescusa de Haro y que ha obligado al sacrificio de más de 17.000 animales.

En total se han confirmado en España hasta la fecha, un total de veintitrés focos de la enfermedad: doce en la provincia de Granada, uno en la provincia de Almería, y diez en la provincia de Cuenca

Recordar que la viruela ovina y caprina es una enfermedad no zoonótica que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales, ni a través de productos derivados de los mismos.