Factores psicológicos y la prisa por vender están influyendo en la caída del precio del aceite de oliva

Los factores psicológicos y la precipitación a la hora de cerrar operaciones de venta son dos de los condicionantes que más están influyendo en la caída de los precios del aceite de oliva. Así se ha puesto de manifiesto en la primera mesa de debate que se ha celebrado dentro de la V Jornada Naturaceite, que organizada por eldiario.es Castilla-La Mancha y Agroalimentaria, se han celebrado hoy en Mora como preludio a las fiestas del Olivo.
Este foro de debate se ha centrado en analizar la oscilación de los precios del aceite de oliva y cómo explicar las diferencias entre lo que se pagaba el año pasado, por encima de los ocho euros, y lo que se paga este año que está a menos de la mitad. Para ello han estado analizando la situación Cristina Gutiérrez, portavoz sectorial de Cooperativas Agroalimentarias en la región; Fernando Mendoza, presidente de la Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios; Banca Corroto, presidenta de ASAJA Toledo; y Jesús Julián Casanova, presidente de Cooperativa El Progreso y Grupo Óleo Vidabol.
Blanca Corroto, como representante de los productores, ha puesto de manifiesto la “incertidumbre” que atraviesa el sector, que navega entre los buenos datos de cosecha y “los muy malos de precios, porque nada más arrancar la campaña empezaron a caer los precios en picado y las operaciones que está haciendo no llegan a 4 euros en un virgen extra, a menos del 50% del año pasado”. A esto ha sumado los “aranceles de Trump, ya tenemos experiencia de 2019 cuando los aranceles anteriores que tuvo un efecto devastador·, ha dicho.
En el mismo sentido, Jesús Julián Casanova resumía la situación señalando que en estos momentos hay que recurrir a la famosa frase de Sócrates “solo sé que no se nada, y pasa algo parecido, es algo que no se entiende: los datos dicen que hay cosecha media, consumo potente, enlace encajado pero a la hora de operar se está potenciando esa venta a la baja”.
Desde Cooperativas Agroalimentarias, Cristina Gutiérrez describía un momento en el que el “estado fenológico que tiene el olivar ahora mismo con las lluvias está en una situación buena, se puede prever que para la campaña siguiente podemos tenerla buena si acompaña la climatología; por otro lado, está el tema de mercados que nos encontramos en una situación difícil. El último dato de salida hace prever que el enlace de campaña del aceite sea un enlace final bajo, que no se explica esta situación precipitada de bajada de precios que estamos teniendo”, apuntaba.
En este sentido, señalaba a un “factor psicológico que tiene un peso muy grande, llueve la semana que viene, pues bajan los precio, vuelve a llover, vuelve a bajar, sin saber previsión para la campaña siguiente, pero ya dan por hecho que vamos a tener una buena campaña y el precio sigue bajando”, por ello pedía al sector productor “mantener la calma” y no precipitarse a la hora de cerrar las ventas.
Costes de producir
Según los datos que ha dado Blanca Corroto, los costes de producción están entre los 3,6 y 3,8 euros por kilo de aceite y no es rentable la venta por debajo de los cinco euros, en especial, en un olivar como el tradicional de secano, el más numeroso en Castilla-La Mancha, en el que los costes de producción son más altos.

“Hay olivares que tiene más de cien años y se tiene que coger el fruto con máquina, pero eso necesita mano de obra, y dónde está esa mano de obra, porque sudor y lágrimas nos cuesta para encontrar a alguien. Al final estos costes de producción se disparan, todo lo que sea vender menos de 5 euros el productor es estar perdiendo dinero”, apuntaba.
Sobre este mismo tema, José Julián Casanova señalaba como “los costes de producción varían mucho en función de cada zona, no es lo mismo uno tradicional que un olivar nuevo. Es cierto que se ha puesto más olivar, también en intensivo de secano y hay plantaciones que puede tener rendimiento si haces una buena previsión y bien mecanizado. En un olivar tradicional de tres pies, aunque lo quieras reconducir, ya tiene un coste de media de 20 céntimos por kilo en la recolección, mientras que en un olivar de un pie del coste de recolección es de 5 céntimos”.
Así de taxativo se mostraba señalando que estos olivos tradicionales de tres pies en secano, “tienes que transformarlos o tienen tendencia al abandono”.
Para Cristina Gutiérrez “tenemos volatilidad de actores que están en el mercado, entra en juego los fondos de inversión, las grandes explotaciones que venden directamente el aceite, y todo lleva a que la oferta sea muy amplia para todos los envasadores”, apuntaba.
Sobre el olivar tradicional “que es el principal aquí tiene un factor muy desfavorable, existen políticas agrarias que se traducen en ayuda asociada a olivar de bajo rendimiento que paga 50 euros aproximadamente por hectárea, es una ayuda insignificante que se podía aplicar a otros mecanismos de intervención como reestructuración del olivar o mecanización de otra manera para que podamos ir acotando los gastos de producción porque o lo abandonamos o lo reestructuramos”, afirmaba Gutiérrez.
Esperar para vender
Por su parte, Blanca Corroto hacía también un llamamiento a las cooperativas para que “no se pongan nerviosas, si es posible que las cooperativas nos sujetemos un poquito porque el aceite de oliva virgen extra lo tenemos nosotros, en Castilla-La Mancha, y sobre todo en esta provincia, que Andalucía tiene mucho de todo, pero AOVE y nuestra variedad cornicabra está en Castilla-La Mancha y sobre todo en la provincia de Toledo”.
Jesús Julián Casanova también apuntaba que “al final lo que nosotros somos capaces de envasar para vender a nuestro mercado local esta en torno al 20% y el resto tenemos que venderlo a granel” y recodaba como en la última feria de aceite de granel “estuve sentado con envasadores y decían el aceite va a bajar y bajó. El sector envasador tiene herramientas de presión, cuando necesita apretar sabe apretar”.
Hacer más pedagogía
El representante de los consumidores apuntaba también la necesidad de que el consumidor conozca la calidad que tiene el aceite de oliva virgen extra que se produce en la región. “Los consumidores lo que más sienten es el bolsillo, las calidades o eres muy informada o la gente ve precios y es por lo que se rigen”.
Por eso pedía “que se hiciese más puesta en valor de los productos de calidad de lo que tenemos en Castilla-La Mancha, y esa puesta en valor tendría que llegar a las personas consumidares ya que no llega y se queda en círculos muy reducidos. Nos fijamos más en los euros que en los beneficios saludables porque nos falta información, tenemos que ver que el sector sepa vender estas bondades y llegue a las personas consumidoras”.
Abundaba también Blanca Corroto en que “nunca hemos sabido vender nuestro producto, no somos capaces de poner en valor nuestro producto, hacer pedagogía”.
También Casanova señalaba que “estamos obligados a seguir trabajando en la exportación, estamos obligados a salir fuera, se está haciendo buena labor desde la interprofesional, sabemos que es la grasa vegetal más beneficiosa que existe, y es salud”.
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