Con los precios del aceite de oliva disparados, el valor de las aceitunas destinadas a la molturación cotiza al alza. Ya el año pasado, con precios por encima de lo normal, aumentaron los robos en las zonas olivareras por excelencia, las provincias andaluzas y las castellanomanchegas. Grupos que aprovechan la noche o las primeras luces del alba entran en las explotaciones y roban toneladas de aceituna, un fruto que se estaba pagando a algo menos de un euro en las almazaras.
Este año, con los precios del litro de aceite por encima de los ocho euros en la almazara, los de aceituna podrían situarse entre el 1,60 y los 1,80 euros por kilo, lo que hace más rentable el hurto. El sector productor está preocupado y tanto en Castilla-La Mancha como Andalucía están demandado un protocolo para adelantarse y atajar posibles robos.
ASAJA Castilla-La Mancha trasladaba hace unos días su preocupación al delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca, y solicitaba información sobre las actuaciones previstas. Por ello, el delegado se ha puesto en contacto con el presidente de la organizacion, José María Fresneda, para celebrar una reunión con el fin de colaborar de cara a la próxima campaña en la región, según ha confirmado la Delegación.
Florencio Rodríguez, secretario general de ASAJA Ciudad Real, una de las provincias más afectadas por la situación, ha mostrado la necesidad de adelantarse para “que evitemos los problemas que podemos tener por los robos ante el precio de la aceituna, entendemos que tiene que haber un coordinación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las organizaciones agrarias, cooperativas y empresas que compran aceituna”.
No se trata sólo de vigilar para evitar los robos en las explotaciones olivareras sino también el control exhaustivo de la trazabilidad de las partidas de aceitunas que llegan a las almazaras para evitar que alguna empresa compre aceituna que no tenga acreditada su procedencia. “Se trata -señala- de que, de alguna manera se pude seguir la trazabilidad del producto que se entregan en la recepción, evitar los robos, y evitar los problemas de cara a la próxima campaña”.
Cada campaña de recogida es una incógnita y la incidencia de los robos “depende de la cosecha y del precio del producto, entendemos que, efectivamente, en años donde el precio es alto, se pueden producir más robos y situaciones más escandalosas”, apunta.
Por ello, solicitan “coordinación y un protocolo de seguimiento del producto que se recoge, dónde se recoge y que automáticamente se ponga en punto de destino. Si hay control, si hay trazabilidad en este sentido, se evitarán los problemas”.
Pedimos un seguimiento para ver la trazabilidad del producto que llega a la almazara
“Sabemos que en las cooperativas no hay problemas, pero las empresas o industrias que recogen aceitunas solamente deben de recoger la aceituna que vaya con una guía de su trazabilidad y que esa aceituna tenga un origen de un productor que sea un titular de una explotación agrícola y que esté ubicada en el sitio correspondiente, para que, al final, si hay denuncia de robo, se pueda seguir el recorrido de la aceituna o dónde puede haberse producido el robo y ese producto dónde se ha llevado”, apunta.
Por ello, el problema se hace más complicado ya que implica no sólo la vigilancia de las zonas olivareras sino también el seguimiento de la trazabilidad de las partidas y el compromiso de todo el sector industrial para evitar esta situación. “Pedimos que se exija el protocolo para que no pueda haber engaños o adulterar o modificar, un seguimiento, ver la trazabilidad del producto que llega a la almazara”.
El año pasado ya se produjeron situaciones complicadas y no se llevó a cabo este protocolo y “yo creo que es el momento de hacerlo y de poner orden”, señala Rodríguez.
También en las provincias andaluzas
También en Andalucía se están exigiendo estas medidas. Las organizaciones de Jaén ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, muestran su preocupación por los robos de aceituna que se puedan suceder en la próxima campaña de recolección. «Una inquietud clara después de que se produjeran robos de aceite en instalaciones de otras provincias cercanas, como Córdoba y Málaga, e intentos de sustracción en nuestra propia provincia». Ante este panorama, motivado por los precios actuales del aceite en la actualidad, y a pocos días de comenzar una nueva campaña de recolección, las organizaciones temen que aumenten los robos en el campo.
Además del propio perjuicio económico que supondrían estas acciones delictivas, el sector advierte «el daño que se les puede causar tanto a los olivos, en el campo, como a las instalaciones de cooperativas y almazaras». De ahí que pidan a la Subdelegación del Gobierno que la Guardia Civil incremente sus labores de control y vigilancia en los olivares de la provincia para minimizar este tipo de acciones.
E, igual que en Castilla-La Manchas, organizaciones agrarias y Cooperativas esperan que la Junta de Andalucía redoble sus esfuerzos para conseguir un mayor control, especialmente en los puntos de compra de aceituna, exigiendo la documentación acreditativa del origen de la aceituna a todos los agricultores para comprobar que se ha recogido de forma legal.
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