Trece son los focos de viruela ovina que se han confirmado hasta ahora en Castilla-La Mancha, doce en Cuenca y otro en Ciudad Real, el conocido esta semana en Alcázar de San Juan. Son la mitad de los focos de todo el país, que se distribuyen también en las provincias de Almería y Granada. Los de la región son los únicos con zona de restricción en vigor, en concreto de los de los municipios de Tébar y La Alberca de Záncara, en Cuenca, y el último de Alcázar.
Desde el Ministerio de Agricultura recalcan que en Castilla-La Mancha se han adoptado de “forma inmediata” las medidas de control que se contemplan en los reglamentos europeos en relación a la prevención y el control de determinadas enfermedades. Como, por ejemplo, el sacrificio de animales, su eliminación en plantas de transformación, la limpieza y la desinfección oficial de la explotación. También se han adoptado medidas de bioseguridad y vigilancia, destacan. Igualmente, está en marcha una investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen de la infección, y los posibles contactos de riesgo. Inmovilizar a los animales, destacan, es de hecho una medida adicional.
El PP ha realizado una pregunta oral durante el pleno de las Cortes, que estaba, de hecho, fechada el pasado 2 de diciembre. En concreto, se refería al brote de Villaescusa de Haro, en Cuenca. “La pregunta tiene ahora más sentido, porque hay más focos y los expertos se asombran porque en Andalucía la enfermedad se ha podido controlar, a pesar de ser zona de ganado extensiva”, recalcaba el diputado regional, Benjamín Prieto. De hecho, el parlamentario acusó al Gobierno de “relativizar” el problema y de “desviar la atención”.
“Han tenido que pasar más de cuatro meses y sacrificar 38.000 cabezas”, recalcó el diputado del PP, que aseveró que “está en peligro” la raza manchega, “fruto del esfuerzo de nuestros ganaderos”. “Ha llegado tarde, sus actuaciones no han sido aceptadas”, afirmó. Advirtió, igualmente, de que no se ha tenido tiempo de valorar las peérdidas de los ganaderos, que ahora mismo “no encuentran mataderos que compren los corderos” mientras los “cebadores se están vaciando”. “Criar una ovjea no vale 80 euros, vale 400”.
“Tajada política”
Por su parte, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha lamentado que el PP quiera sacar “tajada política” de la sanidad animal, y ha señalado que es un tema con “poco margen” político. “Hay que tener valentía para tomar decisiones y es lo que ha hecho este Gobierno. No es un problema de Castilla-La Mancha, es algo de Estado y trabajamos con el Gobierno de España”, aseveró en respuesta al PP.
Además, defendió que fue él el que recuperó el convenio para la mejora genética de la raza manchego, mientras que el PP lo “machacó”. “Nosotros recuperamos este apoyo”. En cuanto a las medidas tomadas, insistió en que se ha indemnizado a los ganaderos de forma inmediata, un total de cuatro millones de euros, en los que se incluyen no sólo losg atos por sacrificio, sino todos los gastos disponibles. “Se van a pagar todas las indemnizaciones, faltaría más”. Además, recordó que se ha inmovilizado el ganadero en cuatro provincias, “una medida muy valiente”.
Finalmente, se están planteando ayudas por reposición del ganado, en colaboración con el Gobierno de España. Se está elaborando el decreto actualmente, según confirman fuentes de la consejería.