La copiosa nevada que durante los últimos días ha caído sobre la región tendrá más beneficios que perjuicios para el campo y los cultivos de la región, pero ha traído problemas para la campaña de aceituna, aún por recoger en un 50% y para algunas explotaciones ganaderas en extensivo.
Según la evaluación de daños que ha hecho para AgroalimentariaCLM, Arturo Serrano, secretario general técnico de ASAJA en Castilla-La Mancha, “en general Filomena está dejando más que está quitando, las precipitaciones caídas en la región son importantes. Para todos los cultivos leñosos es positivo, para todos los herbáceos, también”, ha dicho.
La mayor preocupación del sector es para el olivar, ya que la campaña de recogida en Castilla-La Mancha está al 50%. “Toda la aceituna que se ha quedado en el árbol se va a ver severamente dañada por esta helada, en los casos en los que hay un daño menor el fruto perderá calidad y peso y mermará sus características”, ha señalado. También el propio árbol va a sufrir, se han visto imágenes con árboles completamente caídos por el peso de la nieve. “Si queda nieve en el árbol, el árbol va a estar dañado seguro y si no habrá un daño menor pero importante”, asegura.
También se han producido algunos daños para zonas de ganadería de extensivo donde la nieve “ha podido provocar daños en algunas instalaciones con algún corte de suministro de pienso en algunas explotaciones ganaderas”. “Zonas de Guadalajara, Cuenca y también algunos puntos de la sierra de Albacete están teniendo complicaciones mayores porque la nevada ha sido más copiosa. Al transformarse la nieve en hielo provoca que prácticamente sea imposible llegar a las instalaciones ganaderas, por lo que hay algunos casos puntuales en los que faltan cereales, piensos, forrajes. En las extensivas, es verdad que han pastoreado y les ha podido pillar fuera del refugio, pero son los mínimos y la situación aunque ha sido difícil sobre todo en alguna parte del vacuno en Guadalajara se solventará en los próximos días”, ha señalado.
Sin embargo, el balance general es positivo ya que “la nieva tiene la capacidad de que filtra muy bien. Las nieves caídas van a recargar los acuíferos, van a hacer que algunos arroyos y ríos cojan caudal. Es muy necesario e incluso la calificaría en algunos puntos de insuficiente para recuperar el terreno perdido durante estos dos últimos años que han sido especialmente secos”, ha concluido Arturo Serrano.