La Unión Europea (UE) ha aprobado una nueva normativa con el fin de establecer normas más estrictas en el etiquetado de los aceites, para evitar fraudes y dar una información más completa al consumidor, etiquetas en la que se establece no sólo la calidad del aceite sino también la procedencia e instrucciones para su conservación en óptimas condiciones.
Esta nueva normativa, que se publicaba el pasado 4 de noviembre en el Diario Oficial de la UE, diferencia los distintos tipos de aceites de oliva según sus características físicas, químicas y organolépticas. Además, se regula que solo se puedan mezclar con otros aceites vegetales o se incorporen en productos alimenticios las categorías de aceite de oliva cuya venta esté permitida al consumidor final.
Según esta norma, en caso de que las aceitunas se hayan recolectado en un Estado miembro o un tercer país diferente de aquel donde esté situada la almazara en la que se haya extraído el aceite de las aceitunas, el lugar de origen llevará la indicación: “Aceite de oliva virgen (extra) obtenido en (la Unión o el nombre del Estado miembro o el tercer país en cuestión) de aceitunas recolectadas en (la Unión o el nombre del Estado miembro o el tercer país en cuestión)”.
Además, esta normativa faculta a los estados miembros para poder establecer la obligatoriedad de la información sobre la edad de un aceite de oliva, la campaña de recolección, en los aceites de oliva vírgenes y vírgenes extra, pero únicamente si el 100 % del contenido del envase procede de un único año de recolección, lo que permite conocer el año de producción y por tanto la preferencia del consumo, cuando el producto está en su momento óptimo.