Los precios de los alimentos agrícolas que los consumidores compran para llenar la despensa se multiplicaron de media un 5,1 veces entre lo que vale en origen y lo que se paga en destino el pasado mes de mayo, según los datos que ha revelado la tabla comparativa de Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos que elabora mes a mes la Coordinadora de Agricultores y ganaderos (COAG). Además, esta diferencia ha ido subiendo a lo largo de 2019, ya que el pasado mes de abril la diferencias estaba en 4.95 veces.
El producto agrario cuya diferencia es más acusada es el pepino, que multiplica 9,16 veces su valor cuando llega el consumidor, de hecho el productor recibe 0,19 euros el kilo de pepino mientras que el consumidor final lo compra al 1,74 euros. Le siguen, la naranja cuyo precio multiplica por un 8,80, la lechuga, un 7,46 y la nectarina, un 7,43. También el ajo es uno de los productos con mayor diferencia, un 7,61, al igual que el calabacín, un 7,43.
Los alimentos con menos diferencias de precios son el aceite de oliva virgen extra, cuyo precio final se multiplica por 2,19, pagándose a 4,51 cuando llega al consumidor, seguido de la cebolla, la patata y el plátano.
Los productos agrícolas experimentan más encarecimiento que los ganaderos, un 5,19 por un 3,16, respectivamente.
Entre los alimentos de origen ganadero, los productos que sufren un mayor encarecimiento son el cerdo, cuyo precio en origen es de 1,37€/kg y el consumidor lo compra a 5,61 €/kg, multiplicándose así por 4,09; y la ternera que se paga en origen 4,08€/kg y llega al consumidor a 16,04€/kg, lo que significa que se multiplica casi cuatro puntos.