Se ponen en marcha siete proyectos para medir la absorción de CO2 en terrenos agrícolas y crear sumideros de carbono

El Gobierno de Castilla-La Mancha y siete Grupos de Desarrollo Rural (GDR) van a impulsar otros tantos proyectos piloto para estudiar y medir la capacidad de absorción de CO2 en terrenos agrícolas y ganaderos de la región en diferentes cultivos y con ello poner en marcha sumideros de carbono.

Para llevar a cabo este proyecto en Cuenca el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, y el presidente de RECAMDER, Jesús Ortega, han firmado el protocolo de colaboración para el ‘Proyecto Sumideros de Carbono’ y posteriormente, se ha procedido a la firma de los contratos entre la empresa que desarrollará los estudios y los grupos.

En concreto, los GDR impulsores y los cultivos en los que se realizarán los proyectos son, respectivamente, Campos de Hellín y los albaricoques; el GDR Adiman y el almendro de La Manchuela; el Grupo Montes Toledanos y los olivos; el GDR Promoción y Desarrollo (PRODESE) y los pastos de Cuenca; el GDR Molina de Aragón-Alto Tajo y los pastos de Guadalajara; el Grupo Alto Guadiana Mancha y la viña y, por último el GDR Adesiman y la viña D.O. Uclés. La inversión en cada uno de estos proyectos ronda los 17.000 euros, que serán financiados a través de los programas LEADER.

Según ha señalado la Junta en una nota de prensa, en este acto, el consejero ha puesto en valor cómo estos proyectos contribuirán a posicionar la agricultura y la ganadería de Castilla-La Mancha “como pioneros y referentes” de un proyecto innovador y sostenible en el que agricultores y ganaderos serán los protagonistas y beneficiarios, ya que podrán conseguir ingresos extra al acudir al mercado de emisiones.

Rentabilidad económica para el agricultor

Julián Martínez Lizán ha apostado por “aprovechar lo coyuntura de la sostenibilidad que pueden ofrecer nuestros cultivos, pero sobre todo buscar una rentabilidad, que finalmente, y no tenemos que negarlo ni esconderlo, es la que pretendemos si conseguimos esa figura de sumideros de CO2. Buscamos poder ofrecer a las empresas que emiten, simplemente porque no tienen otra posibilidad que emitir CO2 a la atmósfera, que seamos centro referente donde se pueda capturar el CO2 y que por lo tanto hay una compensación directa al agricultor que le sirva para complementar su renta”.

Martínez Lizán ha calificado los proyectos de “innovadores, sostenibles y referentes” y se ha mostrado seguro de que “van a marcar una pauta antes y después de conocer los datos que nos puedan ofrecer y de esa manera contribuiremos a una cuestión importante que es el cumplimiento del Pacto Verde”. En ese sentido, ha considerado importante tener en cuenta el trabajo que se va a desarrollar a partir de hoy “porque el Pacto Verde europeo puede llegar a ser incluso un aliado de nuestros agricultores y ganaderos si sabemos aprovechar el potencial que nos puede ofrecer en el sentido de trabajar con la atmósfera, con el medio ambiente en esa captura y almacenamiento del CO2”.

También ha indicado que la creación de sumideros de carbono en la agricultura es “crucial” porque también contribuyen a mejorar la salud del suelo, aumentar la productividad de los cultivos y promover prácticas agrícolas sostenibles a largo plazo.

El compromiso de los grupos con la neutralidad climática

El consejero ha resaltado que tanto RECAMDER como los grupos que impulsan los proyectos piloto y los agricultores que han puesto a disposición sus tierras para llevar a cabo los estudios, están en la vanguardia de la innovación agraria y también “en el compromiso con una agricultura más sostenible y con el medio rural” por lo que les ha agradecido su trabajo.

En particular, ha agradecido la labor de las presidencias y de los equipos directivos de los grupos por la “visión” que han tenido y por su capacidad para poner en marcha en poco tiempo siete proyectos piloto “que nos van a permitir tener una idea clara de la capacidad de las explotaciones agrarias para absorber y almacenar CO2”.

Concluyendo, Julián Martínez Lizán, ha aseverado que la puesta en marcha de sumideros de carbono es un gran ejemplo del trabajo que realizan los grupos de desarrollo rural en los pueblos, donde además de apoyar iniciativas empresariales que crean empleo y cubren servicios básicos, ahora, también ayudan a avanzar hacia la neutralidad climática, garantizando la preservación de los recursos naturales, poniendo en valor el trabajo que agricultores y ganaderos realizan en favor del medio ambiente y que además puede suponerles un ingreso extra por esa labor. En esa misma línea, se ha mostrado seguro de que la repercusión de este proyecto hará que se afiancen y mejoren proyectos locales, “contribuyendo a fijar población”.