Preparando el futuro: alternativas a la uva tempranillo para mantener la calidad del vino frente al cambio climático
¿Está en peligro el vino tal y cómo lo conocemos debido a los efectos del cambio climático? Esta es una pregunta que los expertos se están haciendo debido a los estudios que alertan de las consecuencias que los fenómenos meteorológicos extremos están comprobándose en producciones agrarias a las que los viñedos no son ajenos.
Según en el estudio sobre los efectos del cambio climático en la agricultura española en el escenario de 2050, realizado por COAG, el aumento de los fenómenos como las sequías, las heladas o las subidas repentinas de temperatura, Castilla-La Mancha podría perder hasta el 50 por ciento de la superficie de viñedo de alta calidad, que tendría “serios problemas de desarrollo” especialmente en variedades tempranas como el cencibel o tempranillo.
Investigadores del Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (Ivicam), dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, llevan años intentando adelantarse a esta situación que está poniendo en peligro la sostenibilidad de los viñedos y estudiando alternativas a este cultivo y a la calidad del vino. Así han identificado dos variedades de vid alternativas a la tempranillo que tienen una mejor resistencia a la sequía y al calor extremo.
Sergio Serrano Parra ha explorado estas alternativas en la tesis titulada ‘Evaluación del comportamiento de diferentes variedades de vid cultivadas bajo condiciones de sequía’ dirigida por Juan Luis Chacón para adelantarse a la situación actual.
Según han señalado ellos mismos en una entrevista concedida a AgroalimentariaCLM, “continuamente estamos haciendo controles de maduración y la fecha de vendimia se ha adelantado considerablemente, los vinos son cada vez más alcohólicos y menos ácidos. Los vinos ya no son lo que eran, ahora tienen ph altísimos, sin acidez, antes las noches eras más frescas pero ahora tiene una temperaturas altísimas, no hay contraste térmico entre el día y la noche y se resienten la calidad, el color”.
Cuando se planteó este estudio se eligió la variedad tempranillo, que es la quinta variedad más cultivada en el mundo y la principal tinta en España que concentra el 88 de la superficie total, porque se utiliza para vinos de calidad y “consecuencia del cambio climática se está resintiendo el rendimiento y calidad de las producciones” de esta variedad.
“Para que los viñedos fueran más sostenibles intentamos encontrar otras variedades que tuviera una calidad similar o mejor y que respondieran mejor en condiciones de sequía extrema y, qué mejor que fijarnos en variedades que están emparentadas con la propia tempranillo”, pensaron.
Moribel y Benedicto
Estos trabajos llevaron a la identificación de dos variedades que puedan ser suponer una alternativa para que la calidad sea similar y la adaptación sea mejor. Se trata de la Moribel y la Benedicto.
“Benedicto es el varietal femenina del tempranillo y Moribel es un descendiente que también una variedad femenina. Las estudiamos para ver si estas variedades se pueden comportar mejor que el tempranillo en situaciones de estrés térmico y de sequía como las que tenemos en La Mancha y que cada vez van a ser más habituales”, señalan.
La variedad Moribel la localizaron en el municipio de Madrigueras en Albacete durante unos trabajos de prospección que se hicieron entre 2004 y 2010. Se encontraron solo doce cepas en una parcela de Coloraillo.
“Tras realizar distintos estudio bioquímicos para su caracterización genética nos dimos cuenta que se trataba de un nuevo genotipo que no había sido identificado hasta la fecha, y se descubrió que era un cruce de tempranillo, que era el parental masculino, y la variedad Moravia o crujidera que era el parental femenino. Entonces, tomando las dos variedades la bautizamos como Moribel, una mezcla de Moravia y cencibel”, apuntan.
Es una variedad femenina, de brotación y maduración tardía, más tardías que el tempranillo. En 2007 se plantaron 50 cepas en el IRIAF que son la que existen en Castilla-La Mancha, y ya esta autorizada en la región.
Por el contrario, Benedicto es el parental femenino de la tempranillo mientras que el masculino sería la variedad albillo mayor. Se localizó en Castilla-La Mancha en Cendejas del Padrastro en la provincia de Guadalajara y en Tarancón en Cuenca, pero además también se ha encontrado en Aragón y algunos ejemplares sueltos en Madrid y Navarra. Es una variedad de brotación más temprana que la tempranillo pero es de maduración más tardía, lo cual supone una ventaja para su cultivo.
Esta variedad se ha inscrito en el registro de variedad comerciales de España, se considera que su origen es reciente y se localizaría en el Valle del Ebro.
Vinos de Benedicto y Moribel
Según estos estudiosos, Benedicto presenta rasgos cualitativos superiores a los de tempranillo, posicionándose como una destacada alternativa para el futuro.
En menor medida, Moribel también sobrepasa a tempranillo en atributos como la acidez y el ph, añadiéndole un valor significativo. Aunque los vinos elaborados con estas dos variedades comparten un perfil organoléptico similar al de tempranillo, los catadores manifiestan una clara preferencia por los vinos de Benedicto y Moribel, corroborando que la incorporación de estas variedades alternativas podría no solo preservar, sino incluso mejorar, las características de los actuales vinos tempranillo obtenidos bajo condiciones ambientales limitantes.
“Suponen una alternativa para tiempos venideros, ya que bajo determinadas circunstancias estas alternativas sean más interesantes que el tempranillo. Las dos sería factible que se comportasen mejor, ya que la maduración es más tardía y los hechos han demostrado que en condiciones de sequía extrema como las que tenemos en La Mancha la calidad ha sido mejor, con rendimiento iguales o superiores, por ello podrían considerarse sustitutivas de la tempranillo”, consideran.
En el IRIAF estas variedades ya se han vinificado bastantes veces y “dan un perfil bastante parecido al tempranillo, incluso los vinos de Benedicto en muchas ocasiones son más tempranillos que los mismos tempranillo, y los de Moribel son parecidos”, señalan.
Actualmente y como la variedad Moribel está autorizada en Castilla-La Mancha ya hay “dos o tres viticultores se han llevado cepas y las han plantado, pero Benedicto no porque no se puede cultivar hasta que no se autorice”, apuntan.
Este estudio es extrapolable a otras zonas con las condiciones que “tenemos en La Mancha que son bastante extremas”, concluyen.
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