La Dirección General de Alimentación, ante la situación “catastrófica” de sequía, ha autorizado a los operadores que desarrollen en la región la actividad de producción ganadera ecológica de bovino, equino, ovino, caprino y porcino extensivo, poder proporcionar alimento no ecológico a su ganado de forma excepcional hasta el 30 de noviembre.
Así consta en la resolución que publica el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, en la que se indica que las solicitudes se presentarán ante el organismo de control autorizado por la Dirección General de Alimentación con el que tenga formalizado el contrato para el control de la producción ecológica.
El organismo de control que reciba esta solicitud dará traslado a la Dirección General de Alimentación mediante el formulario que figura en la web de la Junta de Castilla-La Mancha en el enlace siguiente: https://www.jccm.es/ tramites/1004383.
La Dirección General de Alimentación autorizará mediante resolución el empleo de los alimentos no ecológicos de cada solicitante y lo comunicará al correspondiente organismo de control para el seguimiento y control y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para que éste a su vez lo comunique a la Comisión Europea a través del sistema OFIS.
Todo operador al que la Dirección General de Alimentación autorice el empleo de los alimentos no ecológicos deberá guardar el registro documental de los suministros de alimentos no ecológicos que utilicen durante el periodo de excepción, para la posterior supervisión por parte de su organismo de control.
Los organismos de control de la producción ecológica autorizados por la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, tendrán en cuenta, en sus visitas de control, lo dispuesto en las resoluciones individuales emitidas por la Dirección General de Alimentación para certificar la producción ecológica.
Durante el periodo de excepción, se podrá permitir el uso de materias primas de origen agrícola no procedentes de la producción ecológica para alimentar a las especies antes indicadas, únicamente si están incluidas en el Catálogo de materias primas para piensos del Reglamento (UE) 68/2013 de la Comisión de 16 de enero de 2013 y siempre que se produzcan o preparen sin utilizar disolventes químicos.
No podrán contener organismos modificados genéticamente ni productos derivados de ellos, siendo extensible esta prohibición a los cultivos que se aprovechen sobre el terreno.
Los alimentos susceptibles de ser autorizados podrán ser de dos tipos. Por un lado, forrajes y paja, que se podrán solicitar las cantidades que el ganado vaya a consumir en el período de excepción; y por otro, grano y pienso, que se podrán solicitar las cantidades que el ganado vaya a consumir en el período de excepción, no debiendo superar la suma de ambos el 50 % de la cantidad.
Esta resolución que contiene esta autorización excepcional, que entrará en vigor este mismo miércoles, finalizará el 30 de noviembre.
Antes de su finalización se revisará la situación por si resulta necesario ampliar la excepción.
No obstante, se analizarán los datos de producción de la campaña 2023 y se hará un seguimiento de la situación de sequía y, en su caso, se podrán suspender o modificar las resoluciones emitidas por la Dirección General de Alimentación.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha señalado que esta decisión se ha tomado de acuerdo con el sector, “anticipándonos a las situaciones de dificultad”, de igual forma que se han flexibilizado los requisitos, tanto para cobrar las ayudas del primer pilar de la PAC, como de lo que tiene que ver con el desarrollo rural. El objetivo, ha asegurado, es “facilitar la gestión a los agricultores y ganaderos”, que podrán cobrar las ayudas sin estar pendientes de si cumplen todos requisitos, que en estos momentos de sequía “son difíciles de cumplir”.
El consejero ha reiterado la intención de “certificar como ecológicos todos los pastos comunales públicos, más de 300.000 hectáreas” en toda la región, cifra que duplicaría la superficie que hay certificada como ecológica en este momento en Castilla-La Mancha. A su juicio, no es una decisión importante “solamente desde el punto de vista de la estadística”, sino que “es muy útil para los ganaderos pues pastando sus animales en ecológico, van a poder tener la certificación de ecológico porque los pastos, a su vez, ya han sido certificados por la Administración”.
“Es muy relevante”, ha manifestado, “porque queremos que Castilla-La Mancha siga liderando en Europa la producción ecológica, como sucede ahora, con más ayudas que en otras regiones y más liderazgo que en otros territorios”.
Defensa de Razas Puras
Durante la inauguración de la Conferencia Anual del Comité Internacional de Registro Animal (ICAR), se ha puesto de manifiesto que Castilla-La Mancha es una región que cuenta con numerosas razas de ganado selecto, al igual que ocurre en el país. Martínez Arroyo ha defendido que el trabajo en defensa de las razas puras va dirigido a “proteger la biodiversidad”, reivindicando la importancia del mundo ganadero.
En Castilla-La Mancha destacan el ovino manchego, las ovejas talaverana y alcarreña, o la cabra blanca celtibérica, que son razas autóctonas exclusivas de la región, aunque los ganaderos también tienen animales de raza avileña, retinta y berrenda en vacuno de carne, o cabras murciano-granadinas.
“Trabajamos para preservar estas razas y para mejorarlas genéticamente”, ha dicho el consejero, destacando el “esfuerzo titánico” realizado con el ovino manchego en las últimas décadas, “para que hoy la raza sea más productiva y podamos seguir disfrutando del mejor queso del mundo”. El manchego factura actualmente 200 millones de euros en la exportación, una cifra impensable “si no hubiéramos hecho un trabajo de mejora genética con el sector” que hoy permite que el queso manchego esté “conquistando el mundo, viviendo un momento dulce” que hace que “Castilla-La Mancha está presente en todos y cada uno de los rincones con nuestro mejor producto y el más representativo”.
En su intervención ante los congresistas, procedentes de 37 países, Francisco Martínez Arroyo ha explicado que Castilla-La Mancha es “un mar de viñas y olivos, pero también un lugar donde la ganadería ha ido configurando el paisaje a lo largo de los siglos”. De hecho, en la región contamos actualmente con unos 6.000 ganaderos y ganaderas profesionales, destacando las producciones de leche y carne de ovino y caprino, así como la de huevo, en la que somos líderes a nivel nacional.
El consejero, que ha agradecido a la organización internacional que haya escogido Toledo para celebrar esta conferencia, que recala en España por primera vez, ha indicado que asisten 400 participantes que son ganaderos y ganaderas, veterinarios, científicos y personas que trabajan en el ámbito de la ganadería selecta, tanto en el sector privado como en el público. Todos ellos tendrán la oportunidad de conocer y degustar los productos de calidad de la región, así como la marca Campo y Alma, “en ellos está nuestro acervo cultural y la esperanza de futuro de nuestras zonas rurales”, ha comentado.