Termina el proyecto Life Answer, soluciones para tratar las aguas residuales de la industria agroalimentaria

El proyecto Life-ANSWER (soluciones avanzadas de nutrientes con recuperación electroquímica, en sus siglas en inglés) llega a su fin tras concluir su ejecución, desarrollada en el período previsto de tres años.

Life-ANSWER arrancaba en 2016, tal y como ya explicábamos en nuestro blog #DeCiencia, con el objetivo validar (técnica y económicamente) una innovadora respuesta a la problemática del tratamiento de las aguas residuales de la industria agroalimentaria.

Con este fin, el proyecto ha logrado desarrollar una solución basada en la integración de sistemas de electrocoagulación, tecnologías electroquímicas microbianas y procesos de membrana y fotodesinfección. Además, ha contribuido a la descarga cero de efluentes y ha conseguido otros logros como reutilizar el agua tratada, producir energía y recuperar el residuo generado en el proceso para utilizarlo posteriormente como fertilizante.

Los principales resultados

Para alcanzar los objetivos propuestos, Life-ANSWER se ha basado en la tecnología y la innovación con el fin de garantizar la sostenibilidad y la economía circular en el proceso de gestión del agua.

Entre los principales logros está haber llevado a cabo una de las experiencias demostrativas de mayor capacidad y duración mediante biorreactores fluidizados electroquímicos.

Sus resultados indican que se han alcanzado rendimientos de eliminación de materia orgánica y nutrientes elevados con un coste de operación bajo y se ha obtenido un biogás enriquecido en metano e hidrógeno que permite reducir el consumo de energía y, consecuentemente, las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%.

Además, en el proceso de recuperación y de eliminación de nutrientes se han alcanzado distintos valores de reducción: en una primera etapa (electrocoagulación),  el 58% de fósforo y el 40% de nitrógeno. En una segunda etapa (biorreactor fluidizado electroquímico), el 85% de materia orgánica y el 52% de nutrientes remanentes en el efluente resultante de la primera etapa.

Además, el  tren de tratamiento terciario desarrollado ha permitido obtener agua regenerada de alta calidad, según la normativa nacional, lo que garantiza su reutilización en diferentes usos (riego, baldeo, lavado de vehículos, sistemas contra incendios) de forma segura.

Por otro lado se  ha conseguido reducir el uso de productos químicos y reutilizar algunos residuos comunes de las industrias cerveceras. Como, por ejemplo, el aluminio para la fabricación de ánodos de sacrificio.

Se ha desarrollado un nuevo concepto de estimulación del metabolismo de microorganismos con electrodos fluidizados, para la descontaminación y el aprovechamiento energético de aguas residuales y se ha utilizado el residuo generado durante el proceso como fertilizante con un alto contenido en fósforo y nitrógeno.

Gracias a la valoración energética del agua residual, el consumo de la energía se ha reducido hasta un 25%, con la consecuente disminución de la emisión de gases de efecto invernadero. Además, se ha logrado sustituir el uso de reactivos químicos por un aluminio reciclado, así como reutilizar el agua tratada para riego y otros fines industriales.

Este martes se celebraba  el evento de clausura del proyecto en la sede corporativa de Mahou San Miguel en Madrid. Bajo el título 'Infoday ANSWER: Gestión de vertidos en el marco de la economía circular', el encuentro ha congregado, entre otros, a representantes de los socios de Life-ANSWER para presentar estas conclusiones y resultados. 

La iniciativa ha estado impulsada por un consorcio formado por cuatro socios: Mahou San Miguel (coordinador del proyecto), Aqualia, el Grupo Bioe de la Universidad de Alcalá y Recuperaciones Tolón, y ha contado con la financiación de la Unión Europea a través del programa LIFE.