La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha considera que el decreto de Convergencia de la nueva PAC, aunque en general es una buena herramienta, es especialmente perversa para algunos ganaderos de explotaciones familiares, de ovino, caprino y vacuno de leche, a quienes les está afectando de manera más que negativa, con importantes recortes que condicionan mucho su viabilidad.
En una rueda de prensa que el secretario general de UPA en Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha ofrecido en Albacete, ha solicitado que de cara a futuro más próximo, se deberían tomar medidas correctoras y ha señalado que “vamos a instar al Ministerio para que lo tengan en cuenta en el Plan Estratégico Nacional en la reforma de los próximos años. Es obligatorio pensar en este tipo de ganadería, que se apoye con la justicia que necesita”.
El responsable de la organización agraria ha explicado que es de justicia que haciendo lo mismo, se cobren las mismas ayudas. Pero en la aplicación práctica preocupa a la UPA los efectos perversos de un tipo de explotación como son las ganaderas, “los pastores de explotaciones familiares, con una media de entre 300 y 1.000 ovejas. Con ellos se está cebando esta aceleración de la convergencia”, y ha puesto varios ejemplos de la región.
En concreto, “en caprino de leche, una explotación de 900 cabras, que cobraba en 2020 7.023 euros, ahora tendrá una reducción de 1.875€, en un solo año le van a reducir el 26,7 % la ayuda. Una de ovino de leche, con 400 ovejas cobró 10.022 €, ahora se reduce 2.637€, un 26, 32 %. Un tercer ejemplo, de ovino de leche, pasa de cobrar 17.676 euros a una reducción de 4.633 €, un 26,21 % y así un número más que considerable a lo largo de toda la región”, ha explicado Morcillo a modo de ejemplos significativos. Todo ello sin contar con la situación de años anteriores, ni la reducción prevista para el año 2022, muy parecida a la de 2021.
“Se trata de un sistema muy perverso, ya lo dijimos al aprobarse la PAC. Es perverso para un tipo de explotación baluarte de la región, los pastores tradicionales, explotaciones familiares que usan las rastrojeras para pastar, pero no tienen base territorial. Un modelo de explotación familiar que además es el que más apoyo necesita y el que mejores efectos tiene sobre el medioambiente, mantenimiento de pueblos abierto, entre otras cuestiones positivas para nuestra región”.
El secretario general de UPA en la región ha recordado que la convergencia es una buena herramienta en términos generales una vez dividido el país en cincuenta regiones, con arreglo a la realidad productiva para que hubiera un equilibrio entre las ayudas. Dentro de estas regiones, convergen agricultores y ganaderos que tienen el mismo sistema de cultivo y similares rendimientos, con lo cual convergen a una media de la región. Tiene una repercusión sobre quienes tienen un valor alto, como sucede con la ganadería sin tierra, sin pastos, lo habitual en muchas zonas de la región. “En cambio hay otro tipo de ganaderías, grandes ganaderías con grandes superficies de pastos, que todos conocemos en esta región, que son las que se pueden ver beneficiadas con la convergencia. Se trata de un sistema perverso que perjudica de manera directa a las explotaciones familiares”, ha concluido Morcillo.