Ai Weiwei ha sido reconocido ampliamente como el artista chino más influyente de las últimas décadas. No sólo por su trabajo que incluye variadísimas técnicas como la escultura, la pintura, la instalación, la fotografía, el cine, la música y la arquitectura, sino por su relevante papel como activista. Fue debido a su activismo que Ai Weiwei fue perseguido y detenido, pasando 81 días seguidos bajo arresto sin cargos oficiales.
Son estos 81 días los que han inspirado la obra que se puede visitar en la Catedral de Cuenca 'S.A.C.R.E.D', dentro de la exposición “La poética de la libertad”, que se abre al público este martes. El artista disidente chino ha utilizado las hostilidades de las que ha sido víctima por parte de su Gobierno para difundir su mensaje a través de sus obras, gracias al seguimiento de millones de seguidores en las redes sociales.
El director artístico de ‘La poética de la libertad’, Florencio Galindo, ha declarado ante EFE que fueron dos años de trabajo los que costaron para que Ai Weiwei aprobase el traslado de su obra hasta la catedral de Cuenca. Galindo ha asegurado que la catedral de Cuenca fue elegida ya no existe “nada más libre” que una catedral gótica.
S.A.C.R.E.D: el relato de un encarcelamiento
El Gobierno chino no permite a Ai Weiwei abandonar el país, por lo que son sus obras las encargadas de difundirlo alrededor del mundo. Es lo que ocurre en ‘La poética de la libertad’, donde el chino relata su periodo de encarcelamiento en el que era vigilado día y noche por dos guardas y donde la luz siempre estaba encendida. Es una obra puramente activista, compuesta por seis cajas realizadas en hierro y fibra donde se muestran dioramas realistas de un hombre en una prisión.
Así, el visitante puede observar momentos íntimos y dolorosos del encarcelamiento, que finalmente vienen a invitar al público a ser parte de un mundo con realidades injustas. La obra ha sido expuesta en la Bienal de Venecia en 2013, donde también fue acogida por una iglesia, la de San Antonio. Las cajas cerradas pretenden dar la sensación de algo inquietante, casi como un ataúd, para transmitir así la “injusticia” vivida en la cárcel por Weiwei
Peinetas y derribos
No es casualidad que Ai Weiwei sea artista ni tampoco que sea polémico: su padre es el prestigioso poeta A Qing, quien también fue desterrado durante el gobierno de Chang Kai Chek. En la década de los 80' viajó a Estados Unidos, donde conoció movimientos artísticos como el minimalismo o el arte conceptual, para volver luego a China y empaparse de la tradición artística propia de su país.
Ai Weiwei recibió el encargo de diseñar el estadio nacional de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Así, el artista creó la estructura llamada 'Nido de pájaro' que finalmente desembocó en una crítica hacia el régimen chino, tachándolo de una “sonrisa fingida”. El Gobierno chino llegó a derribar el estudio del artista, lo cual él mismo retransmitió a través de Twitter. El artista ha es también conocido por su serie ‘Study of Perspective’ en el que le hace una “peineta” a iconos arquitectónicos entre los que se encuentra el Valle de los Caídos o la Sagrada Familia
La carga transgresora de los trabajos del artista disidente chino se relaciona directamente con el momento histórico en el que vive y también con la personalidad que se ha forjado como artista, en la que cuestiona el arte tradicional y los principios estéticos y lo usa para denunciar las injusticias que observa a su alrededor. Un ejemplo de esto es ‘Pipas de Girasol’ una instalación que pasó por la galería Tate de Londres, que se componía de 100 millones de pipas de girasol de porcelana. Pintadas una a una mano, aunque sólo tres por Ai Weiwei, el artista señaló que se querían reflejar los conceptos de individualismo, la mano de obra intensiva y también el trabajo artesanal.