El Gobierno de Castilla-La Mancha va a ampliar el crédito por valor de 2,4 millones de euros para las ayudas destinadas a la rehabilitación de vivienda de las líneas B y C del Plan Estatal de Vivienda Estatal dirigidas a viviendas ubicadas en edificios de tipología residencial colectiva y viviendas unifamiliares. El consejero de Fomento, Nacho Hernando, se ha reunido, a través de videoconferencia, con la Federación regional de empresas constructoras (FERECO) en un encuentro al que también han asistido el director general de Planificación Territorial y Urbanismo, José Antonio Carrillo, y la directora general de Vivienda, Inés Sandoval.
En este contexto, Hernando ha avanzado esta ampliación de crédito para que “la gente que hubiera cumplido los requisitos, pero que se hubiera quedado con falta de crédito para recibir la ayuda pueda ver cubierta esa solicitud”, y ha asegurado que la decisión que se ha tomado de ampliar este crédito en lugar de realizar una nueva convocatoria es “para que cuánto antes ese dinero esté en nuestros hogares”.
Además, el consejero de Fomento ha asegurado que en el ámbito de Vivienda los fondos 'Next Generation' podrían alcanzar los 45 millones de euros “aunque pueden incluso ser superiores por la información que, poco a poco, estamos recibiendo por parte del Ministerio y que a su vez recibe por parte de la Comisión Europea”.
“En realidad, vamos a poder gestionar entre cinco o diez veces la cantidad de fondos el año que viene que lo que se suele gestionar en un año normal y corriente”, con lo que se viene a responder “a un objetivo vinculado a sostener el empleo y la economía en unos momentos difíciles, haciendo ese esfuerzo contra-cíclico”, ha indicado.
También accesibilidad y acondicionamiento
En este sentido, el consejero ha asegurado que se está haciendo un ejercicio de influencia en torno a las formas, “requisitos e indicadores que van a marcar las reglas de juego del reparto de fondos europeos”, y ha adelantado que lo que Castilla-La Mancha propone es que estas ayudas no estén dirigidas solo a la rehabilitación sino que “se contemplen actuaciones de accesibilidad o acondicionamiento, y que, además, se tengan en cuenta cuestiones como la posibilidad de otorgar mayores ayudas para personas con situaciones económicas desfavorecidos o barrios de antigua construcción”.
“Lo que queremos con estos fondos no solamente, es que el dinero se vaya a poder aprovechar para cambiar nuestro modelo productivo, ya que se cambia el modelo en la medida en la que consumimos de una forma más eficiente nuestra energía”, ha señalado.
A ello ha añadido que además de ser eficiente, se pretende que el modelo productivo tenga un fuerte componente social, que sirva para que la rehabilitación no llegue solamente a aquellos hogares que se lo pueden permitir o que tienen ese dinero ahorrado o que lo pueden pedir prestado, “sino que lleguemos a un formato mucho más ambicioso desde el punto de vista social y desde el punto de vista de progreso colectivo, sin tener que distinguir entre unas familias u otras simplemente por la renta de la que dispongan o por su capacidad de ahorro”.