El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha reflexionado en su escrito semanal acerca de la situación de los refugiados en el mundo. En el documento titulado “¿Por qué suceden algunas cosas en nuestro mundo?”, el religioso plantea por qué no se consigue solucionar el problema de los refugiados de Medio Oriente y por qué todavía hay víctimas ahogadas en el Mediterráneo. “¿Por qué aquella llamada 'primavera árabe' se ha convertido en masacres de inocentes?”, recalca el religioso, quien también quiere saber dónde el “mal llamado 'Estado islámico'” compra sus armas y de dónde saca el dinero para ello.
Por otro lado, Braulio Rodríguez llama la atención a lo “curioso” que resulta que países como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes “no ayuden en nada” a los desplazados de países como Afganistán, Irak o Siria, incluso aunque son musulmanes. “¿No sería mejor atender a esas víctimas en las partes más seguras de sus países y no desplazarlas a Europa desarraigándolas del lugar donde han vivido, como en el caso de los cristianos, desde hace 20 siglos?”, propone el arzobispo que se pregunta también si se sabe “realmente” qué es un desplazado.
Además, el arzobispo reclama el “silencio” que existe alrededor de los refugiados cristianos, o de “otras minorías no musulmanas”, y asegura que en Siria o en Irak interesa el “vacío de cristianos”. Esto, a pesar de que los manifestantes de dicha fe, a pesar de ser minoría, “han sido un elemento de armonía, de nivelación de grupos, de oposición al odio entre facciones encontradas”. Es por este silencio, asegura el religioso, que se ha desencadenado . De este modo hemos llegado a desencadenar la mayor crisis de refugiados desde la segunda guerra mundial.
Entre las respuestas a la situación, el arzobispo de Toledo señala casos como los de la monja libanesa, la Madre Agnès Mariam de la Croix, quien visitó la ciudad para hablar de su lucha por el pueblo sirio, “por la paz y la reconciliación”. Y recuerda que, pese a la persecución “extremadamente dura” para los cristianos ellos “no han perdido la esperanza”. Así, señala que la propuesta de la Madre Agnès es la “reconciliación a través del perdón” como una nueva respuesta para “acabar con el conflicto”.
Además, señala el compromiso de la libanesa por la restauración del patrimonio árabe y cristiano, que no sólo trata de salvaguardar lo artístico “desd su lado estético”. “Se trata de personas, cristianas o no, que necesitan vivir no ahogadas por la intolerancia y el odio, ante la indiferencia de las grandes potencias y la lógica ”ilógica“ de la guerra y del terrorismo atroz”, explica. Ante esto destaca proyectos de desarrollo sostenibles en distintos países, así como la fundación de centros católicos para informar acerca de lo que ocurre en países como Siria. “Algo muy valioso en un mundo de mentiras”.