El ATC “es necesario”, según Nadal, para almacenar los residuos nucleares “incómodos”

Que España cuente con un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares es el coste que hay que pagar para poder seguir contando con la energía nuclear, que es la más barata. Es necesario, dice el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, para almacenar el mayor inconveniente de esta energía, “los residuos muy incómodos que duran hasta 30.000 años, en algunos casos. Por eso el ATC se llama temporal, porque es para 300 años”.

Nadal ha visitado este lunes Albacete donde ha participado en un desayuno empresarial organizado por la Federación de Empresarios de la provincia, FEDA, donde ha defendido el modelo mixto de energía, en el que “ todas son necesarias”, para evitar que se encarezca el coste. “No podemos prescindir - insiste- de ninguna fuente de energía de las que hoy en día tenemos en nuestro país, todas con sus ventajas e inconvenientes”. Lo que sí ha dejado claro el ministro es que si se cierran las centrales nucleares subirá el precio de la energía. “Todos aquellos que piden que se cierren las nucleares no dicen que ello subirá un 25% la factura de la energía de este país”, añade Nadal, que asegura que habría que conocer el debate público, en la calle.

Mientras tanto, la energía de los hogares y empresas españolas llegará de la nuclear por barata, aunque genere residuos; el carbón, que también es barato pese a que produce C02, lo que está en contra del objetivo medioambiental del 20%; el gas que, en cambio, tiene un elevado precio: y las renovables, que dependen del sol y el viento lo que, decía, la convierte en una energía no flexible, es decir, no se puede producir en función de la demanda.

Bajar el precio a toda costa

Que la factura de la energía sea barata para hacer que las empresas españolas sean más competitivas es el argumento principal del Gobierno central en materia energética y en la defensa a ultranza del uso de energías no renovables frente a las que sí lo son y cuya producción, no sólo no se ha incentivado en los años de Gobierno del PP, sino que se ha gravado con impuestos para paralizar su comercialización.

Un freno en seco que ha beneficiado a las grandes compañías. La prueba ha sido la última subasta de renovables, del pasado 17 de mayo, hace apenas unos días, en la que Forestalia, Gas Natural, Endesa y Gamesa se adjudicaron más de 2.500 MW en la puja, dejando fuera a las pequeñas y medianas iniciativas fotovoltáicas que no tuvieron opción alguna, ni siquiera ofertando el máximo de los descuentos posibles. El motivo, según el titular de la cartera de Energía, es que las grandes producen más y lo hacen más barato.

En contra del autoconsumo eléctrico

Han sido los propios empresarios los que han preguntado por el autoconsumo al ministro de Energía durante este desayuno informativo. Querían saber si esta opción reduce la factura de la luz. “Si me fuerzan con el autoconsumo tendré que subir la parte fija del recibo”, anticipaba Nadal que ve en esta opción, la de autoabastecerse mediante una placa solar, una forma insolidaria de consumir energía y amenaza con subir la factura al resto de ciudadanos.

Según el ministro, la estructura que lleva la energía hasta los hogares (lo que hace que pulsando el interruptor se encienda la luz), tiene un coste fijo anual para el Estado que se repercute en la factura de los ciudadanos de forma fija. “El autoconsumo hace que dejes de pagar la variable, es decir, la cantidad de energía que usas porque ya la pones tú, pero la estructura sigue estando ahí”. Por lo tanto, si esta práctica se extiende, dice Nadal, para mantener la estructura que acerca la energía a los hogares habría que subir el recibo de la luz.

Apuesta por paquetes temáticos de turismo de interior

Además de energía, el ministro ha hablado de turismo de interior que ha convertido a Castilla-La Mancha en la tercer región de España con mayor crecimiento en este sector. Para consolidarlo, dice Nadal, la opción son paquetes temáticos que atraigan a los turistas que están en otras regiones colindantes como la Comunidad Valenciana. Todo ello, señala el ministro, requerirá de una colaboración entre autonomías que apuntale el crecimiento de este turismo que llega en busca de playa pero que también quiere cultura, naturaleza, gastronomía y montaña.