Un ayuntamiento del PP recupera y adorna una cruz de simbología fascista

Hasta ahora era un monumento a la dictadura franquista y al fascismo que se encontraba casi olvidado y dado la vuelta en el cementerio de la localidad de Porzuna (Ciudad Real). Es una cruz en honor a los caídos “por dios y por España” donde aparecen los símbolos de Falange Española y el nombre de José Antonio Primo de Rivera. Su ubicación original, durante la dictadura franquista fue en otra zona próxima al antiguo Centro de Salud, donde, con la llegada de la democracia decidieron darle la vuelta. Cuando el Ayuntamiento del PSOE decidió demoler este edificio, la cruz fue trasladada, donde también se ubicó volteada. Ahora, con el PP gobernando en el municipio, el monumento ha vuelto a exhibir sus nombres y cuenta con un pequeño adorno decorativo o pequeño jardín en su base. Así lo ha denunciado el Blog Porzuna Conectada.

Esta última decisión ha terminado por desatar la polémica en la localidad, donde la historia había pasado desapercibida. El Grupo Municipal Socialista ha presentado un escrito dirigido al alcalde, en el que solicita la “retirada inmediata” de la cruz, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Según agrega, esta monumento ha vuelto a tener su posición original y ha sido restaurado utilizando “dinero y medios públicos”.

En su escrito, los socialistas se ponen a disposición del equipo de Gobierno municipal “con el objeto de encontrar una solución rápida” y que “respete las distintas sensibilidades de vecinos y vecinas del municipio, intentando no crear una polémica baldía”. Por último, recuerdan que el cumplimiento de la mencionada ley es “obligado para toda la ciudadanía, así como para las administraciones”.

Pero el testimonio más significativo sobre esta cuestión lo ha ofrecido la que fuera alcaldesa de la localidad y actualmente portavoz del Grupo Socialista en las Cortes castellano-manchegas, Blanca Fernández. En su página de Facebook relata los acontecimientos que llevaron al Ayuntamiento, antes de que ella fuera regidora, a trasladar la cruz hasta el cementerio pero manteniendo su posición inversa para no mostrar la simbología fascista.

Recuerda que fue a mediados de los 80 cuando el entonces alcalde decidió quitar la cruz de su “lugar privilegiado” y darle la vuelta, al tiempo que se eliminaron los nombres franquistas de las calles del pueblo. Fernández explica que se ocultaron los símbolos y nombres de la cruz porque “solo con este gesto desaparecía cualquier rastro que recordara al Régimen y pasó a ser una cruz como otra, formando parte del paisaje, sin ofender, sin molestar, pasando al olvido por parte de todos”.

“Por no ofender, por no polemizar”

Dicho esto, refiere que ya siendo ella alcaldesa, la cruz se trasladó para poder demoler el centro sanitario, pero manteniendo su posición de cara a la pared. El PP entonces llamó la atención en el pleno para “decirnos que no era digno tratar así dicho objeto” a lo que el Ayuntamiento no cedió. “¿Por qué no la destruimos? Qué se yo. La prudencia, siempre la prudencia. Por no ofender, por no polemizar, por evitar enfrentamientos entre vecinos. Y tampoco existía una Ley de Memora Histórica, solo el sentido común”, agrega la portavoz socialista.

Por eso lamenta que ahora, el Consistorio del PP haya decidido voltearla de nuevo y ponerle motivos decorativos para “exhibir esos símbolos fascistas que ofenden a unos, son gratos a otros e indiferentes a la mayoría”. “Yo soy de los primeros, me ofende. No veo en Alemania haciéndole homenajes a la esvástica ni que se recuperen estos símbolos salvo por los neonazis”.

“No tengo nada en contra de las familias honradas en dicho monumento. Para mí son víctimas del horror y la barbarie, pero no alcanzo a comprender por qué se toman ciertas decisiones olvidando de nuevo a las víctimas olvidadas, a las de las cunetas, a las víctimas de la represión”. Finalmente, apunta que con estas palabras solo quiere llamar “a la calma y a la reflexión” y pide la retirada de la Cruz de los Caídos “desde el diálogo y la concordia”. También reconoce que hay cosas más importantes de las que se debería encargar la oposición pero devuelve la pregunta al equipo de Gobierno: “¿Había necesidad de recuperar una cruz fascista 30 años después?”.