Durante hora y media se ha prolongado la reunión entre Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. La primera, para “abrir un camino” en las relaciones entre ambas instituciones a la que seguirán nuevos encuentros para concretar las prioridades de Castilla-La Mancha en materia de infraestructuras y transporte. Incluso se ha anunciado la creación de una comisión de trabajo que se reúna de forma periódica.
Sobre la mesa, explicaba el presidente de Castilla-La Mancha, el planteamiento de que “Talavera tiene que estar en el mapa” de las plataformas logísticas. Recordaba García-Page que la ciudad castellano-manchega “ quedó gravemente herida al quitarse del mapa la plataforma logística” y confía en las “opciones” para hacer viable una infraestructura que, en su opinión, compensaría las diferencias estructurales que padece el oeste del país. Precisamente la logística será protagonista de una de las próximas reuniones que mantendrán ambas administraciones y que tendrá carácter monográfico.
El jefe del Ejecutivo castellano-manchego confía en que en los primeros meses de 2017 se pueda avanzar en el “planteamiento técnico” en torno a la plataforma talaverana. García-Page ha anunciado también que “la primera concreción” en torno a la logística salida del encuentro de hoy es “el despeje” de la Plataforma de Alcázar de San Junta. “Es una gran noticia. Está a punto de salir del horno”, decía el presidente regional.
El ministro también se refería también a las plataformas logísticas asegurando que “la voluntad es echar una mano” y apuntaba lo avanzado de la plataforma de Alcázar de San Junta sobre la que ha confirmado la “disposición” de su departamento de desarrollar las conexiones ferroviarias necesarias “para que sea eficiente”.
“Talavera y Toledo necesitan de avances dentro de los acuerdos que existen” en lo que a logística se refiere, comentaba Íñigo de la Serna, para mostrar también la “máxima disposición” del Ministerio para “mejorar la competitividad” en la región. Ha anunciado que el próximo lunes durante una comparecencia prevista en el Congreso expresará su apuesta por el transporte de mercancías.
El AVE a Talavera “clave” para Castilla-La Mancha
Otro de los asuntos abordados en el encuentro ha sido el relativo a la Alta Velocidad y, en particular a la conexión entre Madrid, Talavera, Extremadura y Lisboa, “independientemente de que los portugueses despejen sus dudas en torno a la Alta Velocidad”, apuntaba García-Page. “La parte que le corresponde a España hay que acabarla”, sostiene el presidente castellano-manchego que dice ser “consciente” de la crisis y de la necesidad de “acompasar inversiones en los presupuestos al ritmo del país”.
Íñigo de la Serna, por su parte, explicó que el avance en la mejora de la línea hasta Plasencia “no está exenta de dificultades” y expresó su intención de “avanzar” en la construcción de otros 25 kilómetros más con una inversión de casi 100 millones de euros. La idea, asegura, es “reducir al máximo los tiempos de conexión con el Atlántico” aunque no concretó inversiones en el tramo que corresponde a Castilla-La Mancha.
El ministro anunció también una próxima reunión con Renfe y con Adif para estudiar la ampliación de la línea de ferrocarril C-5 (hay un proyecto para prolongarla hasta Illescas, en Toledo). Algo que, según De la Serna estudiará “con cariño”.
Las prioridades en carreteras
Otra de las prioridades “irreversibles”, según Page para Castilla-La Mancha es el desarrollo de la A-43 por lo que supondrá para Puertollano y Almadén. Ha pedido “despejar dudas” en torno a esta carretera para asegurar que su Gobierno “apretará” porque “es la que más me quita el sueño”. Y es que, recordaba, “hablamos de reenganchar territorios enteros que en términos industriales y poblacionales están en franca regresión”. En su opinión, se trata de las “costuras del país” y cree “inevitable” plantear la conexión “más allá de lo jurídico”.
Precisamente ha citado a la autovía que “más baches jurídicos tiene sin haberse iniciado”: La futura autovía Madrid-Toledo-Ciudad Real. García-Page ha anunciado que Castilla-La Mancha “no renunciará” a esta carretera aunque matizó que se reflexionará “sobre distintas opciones” en la búsqueda del “interés nacional”. Para Ciudad Real, también recordó al ministro la reclamación de aquella ciudad y de su alcaldesa, Pilar Zamora, para poner en marcha una ronda de circunvalación.
Se refirió García-Page también a la A-40. “Falta ponerle la guinda” y comentaba que la Autovía Toledo-Ocaña “Hace casi las veces de M-80” para Madrid. En este sentido, pidió tener en cuenta este desarrollo en futuros presupuestos del Estado a lo largo de la legislatura. Después, se reivindicará también la conexión del eje entre Cuenca y Teruel.
Además, el próximo 9 enero se pondrá en servicio la parte final de la Autovía de La Sagra en su conexión con la CM-4001, en la provincia de Toledo, según anunciaba el presidente regional. Recordó también al ministro de Fomento el “ralentí” al que funciona el acuerdo firmado en 2007 por el que el Estado se comprometió a construir la Autovía de la Alcarria y, a cambio, la Comunidad Autónoma se ocuparía del mantenimiento de la conexión Cuenca-Albacete. “O lo cumplimos los dos a la vez o el convenio hay que revisarlo”, advertía García-Page.
El ministro aseguraba que “todos” los proyectos castellano-manchegos se estudiarán “para avanzar en los estudios informativos y ver la viabilidad económica y ambiental”. Ese es el caso, remarcaba, de la autovía entre Toledo y Ciudad Real para la que pidió encontrar “entre todos” la mejor solución para conectar ambas ciudades “lo antes posible”.
Transporte de viajeros
El ministro de Fomento también se refirió al transporte regular de viajeros por carretera para avanzar la intención de su departamento de que en las nuevas concesiones del Ministerio para Castilla-La Mancha haya “plena coordinación” con el Gobierno regional. Algo que venía reclamando el departamento de Fomento castellano-manchego. El pasado 1 de diciembre, la consejera Elena de la Cruz reclamaba en las Cortes regionales una revisión de las concesiones de transporte de viajeros que gestiona el Gobierno central en Castilla-La Mancha y que, en algunos casos, llevan caducadas dos años.