Con un año hidrológico que ha arrojado un balance negativo para el río Tajo y para sus pantanos de cabecera, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, se ha referido a la reunión prevista entre la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez juntos distintos miembros de la Mesa del Agua para abordar el precio del agua desalada. De hecho, ha destacado que esta medida “se debe en gran medida a que el presidente y el Gobierno de Castilla-La Mancha hemos puesto la lupa sobre el problema del Tajo y su cabecera”.
Según los avances publicados sobre el contenido de la reunión, los regantes esperan obtener del Ministerio precios próximos a los 35 céntimos por metro cúbico de agua del Mar Mediterráneo una vez tratada en la planta desaladora de Torrevieja (Alicante), lo que les permitiría contar con un caudal alternativo para riegos, como viene sosteniendo el Gobierno regional durante todo el verano a fin de rebajar la presión sobre la cabecera del Tajo y las aportaciones hídricas del trasvase al Segura. “Nos alegra que la ministra haya reflexionado sobre el tema”, ha dicho De la Cruz.
La consejera ha celebrado que el Ministerio empiece a “plantearse un plan B” a pesar de que en la reunión que sostuvo la semana pasada con García Tejerina la ministra no se pronunció sobre la posibilidad de “aprovechar todo el potencial de las desaladoras que se construyeron en el Mediterráneo” y que, según fuentes del propio Ministerio, estarían funcionando conjuntamente a un rendimiento próximo al 40% pese a que el Gobierno de España ha autorizado tres trasvases durante el verano con los embalses de Entrepeñas y Buendía en cifras de agua embalsada inferiores a los 400 hectómetros cúbicos.