La consejera de Fomento, Agustina García Élez, ha mostrado la “total oposición” del Gobierno de Castilla-La Mancha a la construcción de un acueducto para trasvasar agua del río Júcar al Segura, después de comprobar la voluntad de varios colectivos de Murcia y zona de Levante tal y como ha asegurado tras la reunión que ha mantenido en la Consejería con el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Herminio Molina, y en la que también ha estado presente el director gerente de la Agencia del Agua, Antonio Luengo.
“El río Júcar a día de hoy presenta un déficit de 195 hectómetros cúbicos y soporta ya tres trasvases, por lo que hablar de que su cuenca está bien es mentir”, ha afirmado García Élez, al tiempo que ha aseverado que “desde el Gobierno regional vamos a ir a la reunión del próximo lunes con la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, con la idea clara respecto a la demarcación del Júcar de mostrar nuestro malestar y negativa a la construcción de esta infraestructura para este trasvase; las zonas de Albacete y Cuenca ya están bastante afectadas por la situación del Júcar y vamos a defender que esa agua se quede en Castilla-La Mancha”.
La consejera de Fomento ha insistido en que “el Gobierno de García-Page no se opone a que otras comunidades tengan agua, de hecho Castilla-La Mancha lleva años siendo solidaria, pero no vamos a consentir ni permitir que se genere riqueza y desarrollo para la zona de Murcia y Levante a costa de los castellano-manchegos, y así se lo vamos a trasladar a la ministra”.
“Cada gota de agua que se va por los trasvases que se han perpetrado ya, encubiertos algunos de ellos, se traduce en desarrollo, riqueza y empleo que deja de generarse en esta región y se va para otra Comunidad”, por lo que ha apelado a la propuesta de usar otras alternativas como las desaladoras porque, ha dicho, “lo dice Europa, y las desaladoras están ahí, incluso salen más baratas que el precio que tienen que pagar por el agua que se llevan, por lo que instamos al Gobierno nacional a que se usen; y ahí será cuando encontrarán al Gobierno de Emiliano García-Page trabajando en la línea de garantizar agua para la Comunidad Valencia y también asegurándola para Castilla-La Mancha”.
Ante la problemática del agua en esta región, la consejera de Fomento ha recordado que no bajarán tampoco la guardia en la defensa del Tajo y, en particular, de su cabecera; unas reservas que “hoy han amanecido con un volumen de 209 hectómetros, un 12 por ciento de la capacidad de los embalses, y que supone la mitad de agua que había hace un año”.
“Un error” pensar que el Júcar puede solucionar problemas de otras zonas
Por su parte, Herminio Molina ha expresado que “si alguien piensa que el Júcar puede ayudar a otras zonas a solucionar sus problemas a través de la planificación hidrológica es un error” y ha recordado que cuando se hace balance de su cuenca se concluye en que pasa de ser excedentario a quedar con un déficit de 195 hectómetros cúbicos, ya que atiende tres trasvases actualmente, Júcar-Palancia, Júcar-Turia y Júcar-Vinalopó.
El presidente de la JCRMO ha mantenido que “Castilla-La Mancha tiene el 75 por ciento del río y, por tanto, mucho que decir cuando alguien plantee que tengamos que asumir la salida de más agua desde el río”, por lo que ha defendido que “si en algún momento hay caudales excedentarios tienen que revertir a la cuenca del Júcar para cubrir el déficit que tiene, porque el volumen que se nos reconoce de derechos de uso es superior al de las asignaciones que pueden aportar los acuíferos de la Mancha Oriental”.
Herminio Molina ha lamentado que las demandas de estos trasvases que hay que atender estén “consolidadas y blindadas”, ante lo que ha respondido que tienen por delante actuaciones como la sustitución de los bombeos y, para ello, necesitan de las reservas para ponerlo en marcha. Igualmente, se ha mostrado expectante ante la gestión que se desarrolle de cara al Plan Hidrológico Nacional confiando en que “se acaben los conflictos entre territorios” y apostando por un Pacto Nacional del Agua. “Se tienen que mirar los recursos disponibles y las mejores alternativas y luego mirar a los trasvases como complemento, no como garantía de presente y futuro porque será un problema para todos”.