Kenitra, uno de los ocho ejemplares de lince ibérico que se liberaron en Castilla-La Mancha el pasado mes de julio para tratar de repoblar las colonias de estos animales en especial peligro de extinción, ha sido encontrado muerto en una finca de Almuradiel. Los propios dueños de la finca llamaron a los agentes medioambientales para que se personaran e investigaran el caso.
Kenitra fue liberado un día después que otros tres ejemplares más en la misma localidad donde ahora ha aparecido el cadáver, que es el segundo que muere en los menos de tres meses que llevan liberados. Antes fue Kala, una hembra que fue encontrada muerta hace un mes y cuyas causas del fallecimiento aún no se han hecho públicas, si bien las primeras observaciones en la finca de El Chaparrillo, donde se llevaron los cuerpos, indican que no hay indicios de envenenamiento como se podía pensar en un primer momento.
Este animal se había criado en el centro de cría de La Olivilla, en Santa Elena, en plena zona de Despeñaperros ya en la zona andaluza, donde el lince tiene el hábitat perfecto para vivir y donde ha sido su ecosistema hasta la aparición de los cazadores, especialmente los furtivos en la zona. Una vez criados allí, cuando ya pueden valerse por sí mismo y son suficientemente adultos, son liberados para que en el futuro puedan reproducirse y vuelva a aumentar los ejemplares de estos animales.
A pesar de que ha sido disparado, al ejemplar Kenitra también lo trasladarán a la finca 'El Chaparrillo' donde la van a realizar la necropsia para certificar que ha sido una bala de un cazador lo que ha acabado con el animal.
El programa Life-Iberlince busca el reintroducir el lince ibérico de nuevo en su medio natural, destacando la zona de Despeñaperros, al sur de Castilla-La Mancha y norte de Andalucía como la zona de mayor adaptabilidad para los animales, donde siempre han vivido, así como una pequeña colonia ahora prácticamente extinguida en la zona de los Montes de Toledo, cerca del Parque Nacional de Cabañeros. Este programa ha liberado en la región ocho linces adultos de los que ya sólo quedan seis en menos de tres meses.