Blog dedicado a la crítica cinematográfica de películas de hoy y de siempre, de circuitos independientes o comerciales. También elaboramos críticas contrapuestas, homenajes y disecciones de obras emblemáticas del séptimo arte. Bienvenidos al planeta Cinetario.
‘Una historia real’, de Rupert Goold: el desencanto de una mala ficción
La película abre el telón mostrándonos, en sus horas bajas, a un periodista del New York Times. Se llama Mikel Finkel (Jonah Hill) y acaba de ser despedido por intentar que la ‘realidad no le estropeara una buena historia’. Mientras intenta encontrar un nuevo trabajo y salvar la dignidad profesional que le queda, recibe un extraño encargo. El director de un periódico de provincias le pide que cubra la historia de un hombre al que han detenido por asesinar a toda su familia. Un hombre, Christian Longo (James Franco), que estaba haciéndose pasar por el periodista en el momento de su detención. El descreído Finkel pensará que tiene ante sí una gran oportunidad para redimirse y remontar su carrera.
A partir de este planteamiento casual, que presenta su fuerza dramática, 'Una historia real' basará prácticamente toda la tensión emocional que consigue en el pulso que mantienen el periodista y el recluso a través de una serie de entrevistas.
El juego que plantea el director de la película, Rupert Goold, desde luego es interesante, pero resulta fallido. Tiene un planteamiento teatral que cuenta con sus alicientes, podría haber sido una alternativa dramática inteligente para contar un extraño suceso, pero lo más probable es que el espectador común se encuentre un tanto perdido ante la propuesta. La naturaleza de la historia pide a gritos más trabajo narrativo, algún que otro ‘flashback’ que nos pusiera sobre la pista de los personajes o quizás otro tipo de encuentros entre los protagonistas. Encuentros que supieran desvelar rasgos de la naturaleza de los personajes o nos ayudaran a reflexionar sobre ciertos dilemas en los que puede llegarse a ver envuelto un hombre en determinadas situaciones, ante determinados ‘abismos’. Sin embargo, se pierde en el tira y afloja de una relación que cuenta con pocos alicientes, entre otras razones, porque no se sostiene más allá del relato del crimen.
No todo es un despropósito en la película. Lo cierto es que se sigue con interés gracias al esfuerzo de los actores. Hay buenas interpretaciones en el trío protagonista. El aire decadente de Franco tiene su atractivo. Su mirada de perdedor, atormentada, dejando entrever emociones contradictorias que juegan al despiste con el espectador más avezado… Al otro lado de la mesa y al borde del desequilibrio, Hill se muestra convincente. Nervioso, obsesivo, impaciente. Entre medias, Felicity Jones encarna el discreto pero vital contrapunto que ofrece la mujer del periodista. Fabulosa y doliente, Jones se desenvuelve en un personaje que tiene una intervención clave para el desenlace.
De todas formas, al salir del cine, es probable que más de uno eche mano de Google para intentar conocer la historia real que hay detrás de la que nos presenta Goold. Desaconsejamos encarecidamente su uso porque, en este caso, es cierto aquello de que la realidad supera a la ficción. Y lo hace de manera atronadora. No nos meteremos en camisa de once varas para explicar el porqué de esta afirmación tan rotunda, tendría algo de spoiler, pero baste decir que, para empezar, 'Una historia real' se desmorona en los primeros minutos de su metraje al utilizar el director un truco de principiante. Sostiene el suspense de la película partiendo de una farsa. Es decir, presentando a uno de los personajes protagonistas de manera engañosa. Y lo que no tiene perdón: restándole posibilidades dramáticas.
La película abre el telón mostrándonos, en sus horas bajas, a un periodista del New York Times. Se llama Mikel Finkel (Jonah Hill) y acaba de ser despedido por intentar que la ‘realidad no le estropeara una buena historia’. Mientras intenta encontrar un nuevo trabajo y salvar la dignidad profesional que le queda, recibe un extraño encargo. El director de un periódico de provincias le pide que cubra la historia de un hombre al que han detenido por asesinar a toda su familia. Un hombre, Christian Longo (James Franco), que estaba haciéndose pasar por el periodista en el momento de su detención. El descreído Finkel pensará que tiene ante sí una gran oportunidad para redimirse y remontar su carrera.
A partir de este planteamiento casual, que presenta su fuerza dramática, 'Una historia real' basará prácticamente toda la tensión emocional que consigue en el pulso que mantienen el periodista y el recluso a través de una serie de entrevistas.