Blog dedicado a la crítica cinematográfica de películas de hoy y de siempre, de circuitos independientes o comerciales. También elaboramos críticas contrapuestas, homenajes y disecciones de obras emblemáticas del séptimo arte. Bienvenidos al planeta Cinetario.
‘Life’, de Daniel Espinosa: amenaza marciana sin decoro
'Life' es un thriller de ciencia ficción que nos sitúa junto a la tripulación de una estación espacial internacional, próxima a Marte. Los exploradores descubren un organismo unicelular que parece ser el origen de una especie alienígena. Un planteamiento científico que pronto acabará confirmándose porque aquel ser logrará despertar a la vida y se convertirá en una terrible amenaza mortal.
La película ha sido dirigida por Daniel Espinosa y cuenta, entre sus reclamos taquilleros, con una tripulación comandada por dos grandes estrellas del momento: Ryan Reynolds y Jake Gyllenhaal. Es un film que además ha querido fundamentar su rigor científico echando mano de un equipo de profesionales de primer orden (exobiólogos, médicos, ingenieros aeroespaciales…) que han trabajado junto a los guionistas para escribir la historia. Y de hecho, nadie puede negar que se trata de una esmerada producción que cuenta con méritos, pero también con debilidades. Entre los primeros, por ejemplo, se encuentra el suspense bien mantenido de los primeros minutos de metraje. Son los instantes en los que asistimos al despertar de la vida extraterrestre, en el momento en el que el organismo comienza a mostrar su exuberante y vertiginosa ‘vitalidad’ y establece sus primeros ‘contactos’ con los seres humanos.
Al misterio de la historia contribuye también de manera eficaz la buena dirección artística que ha encontrado en los legendarios estudios británicos de Pinewood (territorio donde tuvieron lugar grandes aventuras cinematográficas como 'El hombre que pudo reinar', 'La vida privada de Sherlock Holmes' o algunos títulos de la saga Bond. Un espacio donde recrear de manera minuciosa la estación espacial. Es un fascinante laberinto de pasillos, cables y pasadizos, casi expresionistas, que sabrían despertar la angustia del espectador de no ser porque la película, en un momento dado, parece abandonada a su suerte. Sin encontrar su razón de ser.
Y es que 'Life' amanece en la gran pantalla como un homenaje a clásicos del género, pero su trama acaba perdiéndose por los corredores de la estación espacial intentando, con desesperación poco disimulada, recrear el suspense y la angustia claustrofóbica de sus predecesoras. En especial, del ‘Alien primigenio’, cinta a la que se quiere rendir un sentido homenaje, pero siguiendo demasiado cerca sus pasos.
En esta película también nos adentramos, a la velocidad de la luz, en una sucesión de lugares comunes cinematográficos: los grandes universales que han sabido mantener la esencia argumental del género. En ella, se encuentran desde el hombre que quiere asomarse a los secretos de la creación, al ser alienígena que no tiene nada en contra de los humanos, salvo un ‘disculpable’ deseo de sobrevivir. La película quiere plantear interrogantes (parecidos a los de siempre), pero la curiosidad y la inquietud del espectador no pueden evitar pasar de largo por ellos. Todo nos suena demasiado y el homenaje acaba perdiendo su decoro.
'Life' es un thriller de ciencia ficción que nos sitúa junto a la tripulación de una estación espacial internacional, próxima a Marte. Los exploradores descubren un organismo unicelular que parece ser el origen de una especie alienígena. Un planteamiento científico que pronto acabará confirmándose porque aquel ser logrará despertar a la vida y se convertirá en una terrible amenaza mortal.
La película ha sido dirigida por Daniel Espinosa y cuenta, entre sus reclamos taquilleros, con una tripulación comandada por dos grandes estrellas del momento: Ryan Reynolds y Jake Gyllenhaal. Es un film que además ha querido fundamentar su rigor científico echando mano de un equipo de profesionales de primer orden (exobiólogos, médicos, ingenieros aeroespaciales…) que han trabajado junto a los guionistas para escribir la historia. Y de hecho, nadie puede negar que se trata de una esmerada producción que cuenta con méritos, pero también con debilidades. Entre los primeros, por ejemplo, se encuentra el suspense bien mantenido de los primeros minutos de metraje. Son los instantes en los que asistimos al despertar de la vida extraterrestre, en el momento en el que el organismo comienza a mostrar su exuberante y vertiginosa ‘vitalidad’ y establece sus primeros ‘contactos’ con los seres humanos.